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LIBRO PRIMERO DE LOS REYES.

torrente Besor : qui egressi sunt

obviarn David et Populo qui

erat curn eo. Accedens autem

David

ad Populum

salutavit

eos pacifice.

22

Respondensque ornnis vir

pessimus

et

iniquus de viris

qui ierant cum David , dixit:

Quia non venerunt

nobiscurn,

non dabirnus eis quidquarn de

praeda quarn eruimus : sed

s~f­

ficiat

unic~ue

uxor sua et fi–

Jii ;

quos cum acceperint , rece–

dant.

23 Dixit autem David: Non

sic facietis, fratres mei , de his

quae tradidit nobis Dorninus, et

custodivit nos , et dedit latrun–

culos qui eruperant adversum

nos , in rnanus nos tras:

24 Nec audiet vos quisquam

super sermone hoc: aequa enim

pars erit descendentis ad prae–

lium , et rem

ep

ls

ad

sa~:_cinas,

et similiter diviqent.

t

E~tos

hombres no se hablan que·

dado atrás potA'<íltz de valor ni de buena

voluntad , sino por desmayo y desfalle–

cimiento del cuerpo.

Y

por eso David

quaodo vuelve de la viél:oria les habla

amistosamente, como a fieles compañe–

ros de sus

trabajos ,

y

les da porcion

igual en la presa , como a los que se ha–

bian hallado en el combate.

La

caridad

que usó con un pobre esclavo Egypcio

y

abandonado de su señor , le abre en cier·

to modo el paso para la viél:oria ;

y

Da–

.vid quiere que esta sea santificada con

la caridad

y

justicia en el repartimiento

de los despojos.

• MS. 7·

De la caualgada. El

Hc–

bréo:

Y Belial de los hombres,

que es·

tuvieron con David. Expresion fa miliar a

los Hebréos , para significar un hombre

maligno

y

perverm.

3

Estos hombres orgullosos qt1c se

oponen a una órd.:n tan justl

y

llena de

los que había mandado que se es–

tuviesen en el arroyo de Besór :· y

salieron arecibiraDavid ya la gen–

te que venia con

él.

Y aceraándose

David a ellos saludólos en paz'.

22

Y algunos malvados y per–

versos de entre aquellosquehabían

ido con David se pusieron a decir:

Por quanto no vinieron con noso–

tros, no les daremos cosa alguna

de la presa • que hemos recobrado:

mas bástele a cada unoqueselevuel·

va su rnuger e hijos; y que se vaya

luego que se le hayan entregado.

23 Mas David les dixo :.No lo

hareis así,herrnanos mios,delo que

el Señor nos ha dado, ya que él

nos ha guardado, y puesto en ·nues–

tras manos aquellos ladronzuelos

que se echaron sobre nosotros

3 :

24 Ni habrá alguno que aprue–

be la proposieion que haceis; por–

que igual porcion tendrá el que va

a la

guerra,~ue

efque se queda con

el bagage ,

y

partirán igualmente.

humanidad , 1maginándose que la viél:oria

se debia a su valor

y

a la fuerza de su

brazo , no

pued~n

sufrir que el fruto de

ella se reparta igual mente entre los que

no se habian hallado en la pdea. Pero

David corrige su falso juicio , haciéndo–

les ver que no eran ellos los que habian

vencido , sino el Señor que les habia

puesto los enemigos en las manos ;

y

por

consiguiente que la justicia pedia que se

repartiese la presa igualmente entre to–

dos. Esta accion de D avid es una imágen

de la

conduél:~

que Dios guarda en la dis–

tribucion de sus recompensas. No atiende

precisamente al tiempo que duró el tra–

bajo , ni a la grandeza ni exterior res–

plandor de las obras , sino a la voluntad

y

fervor de aquel que trabaja. Vé.tse en

S.

MATRBO

xx.

la Par.ibola del padreo

de familias

,

que confirma esta misma

doél:rina;

y

toda ella manifiesta maravillo–

&?mente la excelencia de la caridad.