CAPITULO XXVIII.
re imposuisti mihi ? Tu es enim
Saul.
13
Dixitque ei Rex : Noli
timere : ¿quid vidisti
'?
Et ait
mulier ad Saul : Deos vidi as–
cendentes de terra.
14 Dixitque ,ei: ¿ Qualis est
forma eius ? Quae ait : Vir senex
ascendit , et ipse amiétus est
pallio. Et intellexit Saul quod
Samuel esset , et inclinavit se
super faciem suam in terra ,· et
adoravit.
1
5 Dixit autem Samuel ad
Saul:
¿
Quare • inquietasti me ut
suscitarer ? Et ait Saul : Coar–
él:or nimis : siquidem Philisthiim
pugnant adversum me, et Deus
recessit a me , et exaudire me
noluit , neque in manu Prophe–
tarum , neque per somnia: voca–
vi ergo ,te , ut ostenderes mihi
quid faciam.
16
Et ait Samuel: ¿Quid in–
terrogas me , cum Dominus .re–
cesserit a te , et
~ra
sieri
ad
aemulum tuum?
.
17
Faciet enim
tibi Domi–
nus sicut
locutu~
est in manu
mea , et scindet Regnum tuum
1
Lo que la muger dixo a San! , y lo
que este Rey le preguntó , muestra que
ella veía a Samuél , pero que Saul no le
veía : y que en el momento que apareció
el Propheta la hizo conocer que aquel
que la consultaba era el mismo Saul.
• Un hombre lleno de magestad ,
y
que causa terror. En el Hebréo se usa en
plural el nombre
Elohím
1
Dioses
,
por
honor , por respeto , y para significar una
persona llena de magestad ;
y
así Saul en
el verso siguiente no habla mas que de
uno solo :
¿
Qualis est forma eius?
3
La
Escritur!l parece hablar aquí aco-
a Ecc/i.
XLVI.
23.
Tom.III.
has engañado
?
Pues
tú eres
Saul '.
13
Y el Rey le dixo: No te–
mas: ¿qué es lo que has visto?
Y dixo la muge¡: a Saul: He visto
dioses que suben de la tierra
2 •
14 Y dLxole: ¿Qué figura es
la suya? Ella respondió : Ha su–
bido un hombre viejo , y cubier–
to de un manto. Y
entendió
Saul que era Sam
'1 , y postró–
se en tierra sob r-e su rostro , y
le hizo una profunda reverencia.
15
Mas Samuél dixo a Saul:
¿Por qué me has inquietado
3
ha–
ciéndome venir acá? Y respondió
Saul: Estoy en
el
mayor apuro;
porque los Philisthéos pelean con–
tra mí, y Dios se ha retirado de
mí, y no me ha querido oír, ni
por Prophetas , ni por sueños;
por esto te h_e llam-ado, para-que
me digas
lo quehe de hacer.
16
Y
di.xoSamuél : ¿Para
qué me preguntas , habiéndose
retirado oe
tí
el
Señor , y pa–
sádose a tu rival 4?
17
Porque el Señor te tratará
a
tí,
como te lo ha dicho por mi
medio , y cortará el Reyno de tu
modándosc a la opinion vulgar , por la
qua! se creía que las almas de los difon·
tos podian ser inquietadas , obligándolas
a que se apareciesen a los vivos. Otros lo
exponen : Porque has intentado una cosa
por medios ilícitos , que solo podrá servir
a excitar mi ira ,
y
la in.Iignaciou del Se–
ñor contra tí.
Te he llamado
,
indica en
esto Saul que la aparicion de Samuél era
efeao del arte de la Pythonisa ; lo que
era muy f:tlso, pues absolutamente quiso
el Señor se efeauase de este modo para
mayor castigo de Saul.
• A
aquel que es el objeto de tu odio,