C A P I T U L O
XXVIII.
145
3
Samuel
)!
autem mortuus
~st
, plaoxitque eum or.;nrús Israel,
et sepelieruot eum in Ramatha
Urbe sua. Et Saul abstulit ma–
gos et hariolos de terra.
4 Congregatique suot Phi–
listhiim , et veoerunt, et castra–
metati suot in Sunam : congre–
gavit autem et Saul uoiversum
Israel , et venit in Gelboe.
5 Et vidit Saul castra Phi–
listhiim , et timuit , et expavit
cor eius oimis.
6 Coosuluitque Dominum, et
non
respondit ei , neque per
somnia , neque per Sacerdotes,
neque per Prophetas.
7 Di xitque Saul servís suis:
Quaerite mihi mulierem haben-·
tem
b
Pythonem, et vadam ad
eam , et sciscitabor per
illam.
MS.
3·
E
oynáro11lo.
Lo que den.ota
nn llanto vehemente. Parece que Saul ha–
bia desterrado todos los adivino , e11 cum–
plimiento
d~
lo que el SeíÍoP renra manda–
do :
Levit.
X/'X.
3
r.
Deuter.
XVIII.
11.
lo que se cree haber executado en los
principios de su
reyna~o
por consejo de
Samuél.
• Que estaba situada en la Tribu de
I ssacár. Los montes de Gelboé caen alia–
do meridional del valle de Sunám.
l
Saul no escuchó
a
Dios quando le
habló por Samuél, por su hijo J onathás,
y
aun por el mismo David , cuya inocen–
cia se vió por último obligado
a
recono–
cer
y
confesar. Ahora le busca , le pre–
gunta muchas veces , quiere saber su vo–
luntad ;
y
D ios no le responde , guarda
con él
1111
profundo si lencio ,
y
esto le a–
caba de precipitar en la desesperacion.
Dios habla al pecador ,
y
le convida a
convertirse
a
él poniéndole delante su o–
bligacioo : pero estos saludables avisos tie·
nen su tiempo determinado ; pasado este
sucede la justicia a
!11
mi~ericordia.
En cas·
3 Y murió Samuél ,
y
lloró–
le ' todo Israél ,
y
enterráronle
en. Ramatha su patria. Y Saul
había echado de la tierra los ma–
gos
y
adivinos.
4
Y
se congregaron los Philis–
théos ,
y
movieron,
y
acampa–
ron en Sunám " : Saul juntó
tambien a todo Israél ,
y
vino-
a Gelboé.
.
5 Y vió Sauf
e~ampo
de los
Phillsthéos,
y
temió ,
y
su ·
cora~
zon se acobardó con exceso.
6 Y consultó al Señor ,
y
no
le respondió
3
,
ni por sueños,
ni por Sacerdotes , ni por Pro–
phetas
+,
7 Y dixo Saul a sus s.iervos:
Buscadme una muger que tenga
espíritu de Pythón
5
,e iré a buscar·
la,
y
a con:>ultar por media de ella.
tigo de sus desprecios se retira de él , le
abandona , le niega sus auxilios ,
y
los
medios elioaces
pa~a
que se convierta. Lle–
ga la mqerte, se
h111la
sorprehendido del
temor de los juicios de Dios , le busca
y
le invoca; pero por quanto le busca mal
como Saul , no le halla , y muere en su
pecado.
Prowrb.
1.
24...,
4
Solia el Señor hacer conocer su
vd–
lontad , o en sueños como a
J
acob , a Sa–
lomón , a S. Joseph
y
a otros muchos : o
por ministerio de sus Sacerdotes, como lo
hemos visto que lo hizo con Saul y con
D avid ; o por sus Prophetas , como a Saul
por Samuél, y despues a David por
Na–
thán.
s
De adivinacioo o de magia , de
13.
palabra Griega
?ru9l<T9a•
,
que signi fica
prrgtmtar.
El demonio daba sus oráculos–
baxodel nombre de Apo loPythio, a quien
daban culto los Gentiles
i
pero en este lu–
gar se toma esta palabra en un sentido
mas
extenso , por un demonio que po.r su boca
adivinaba lo que estaba por venir; o que
hacia aparecer la sombra de los muertos.
a
Supra
xxv.
r.Eccli.XLVI.2j.
h
L
evitic.xx.
27.
D euter.xvru. n.Aélor.xvJ.
r6.
T
T om.
Ill.
j
•