CAP 1T U LO
X X V
l.
1
37
David absconditus est in calle
H achila, quae est ex adverso so–
litudinis.
2
Et surrexit Saul, et descen–
dit in desertum Ziph , et cum eo ·
tria tnillia virorum de eleétis Is–
rael , ut quaereret David in ·de–
ser to Ziph.
3 E t castrametatus est Saul
in Gabaa H achila, quae erat ex
adve rso solitudinis in vía: David
autem habitabat in deserto. Vi–
dens autem quod venisset Saul
JlOSt se in desertum ,
4 Misit exploratores , et di–
,
dicit quod illuc venisset certis–
sime.
5
Et surrexit David clam, et
venit ad locum ubi erat Saul: cum–
que vidisset locum, in quo dor–
miebat Saul, et Abner filius Ner,
Princeps militiae eius, et Sau–
lem dormientem
in
t en orio,
et reliquum vulgus per circui–
tum eius,
6 Ait David ad Achimelech
H ethaeum , et Abisa1 ñlium s-ar–
víae, fratrem Ioab, dicens: ¿Quis
descender mecum .ad Saul in ca–
stra? Dixitque Abisai : Ego de–
scendam tecum.
7 Venerunt ergo David et A–
bisai ad Populum noél:e , et in–
venerunt Saul iacentem et dar-
• De Z iph.
• MS. 7·
Esculcas.
MS. A.
Sus bar–
rrmtes.
a
MS. A.
A escuso.
4
Los Hethéos eran un Pueblo de los
C ananéos.
s
Sarvia hermano de D avid ,
y
por
consiguiente Abisa i era sobrino suyo.
~
Esto lo hizo David por un particu–
lar mm•imiemo del Espíritu del Señor,
Toro. Ill.
Mira que Davick__ está escondi–
do en el collado de Haquila, que
está enfrente del desierto.
2
Y levantóse Saul ,
y
des–
cendió al desierto de Zi ph , lle–
vando con sigo tres mil homb res
escogidos de Israél , para buscar
a David en el desierto de Ziph.
3
Y Saul sentó su campo en
el collado de H aquila, que estaba
enfrente del desier
sobre
el
ca–
mino:
y
David moraba en el de–
sierto. Y viendo que Saul había ve–
nido a buscarle por el desierto' ,
4 Envió espías
2
,
y
su po
como ciertamente había llegado
a aquel lugar.
5
Y partió David silenciosa–
mente
3 ,
y
fuése al lugar donde
estaba Saul :
y
habiendo recono–
cido el si tio donde dormía Saul,
y
Abnén hijo de N er , General
de sus tropas,
y
que Saul dor–
mía en su tienda ,
y
al rededor
de él toda la demas gente,
6 Dixo David a Aquimel éch
Hethéo
4 ,
y
a Abisai hijo de Sar–
via
s
,
hermano de
J
oáb : ¿Quién
descenderá conmigo a donde es–
tá Saul en el campo? Respondió
Abisai: Yo descenderé contigo.
7 Vinieron
6
pues David
y
Abísai entre aquella gente de no–
che,
y
hallaron a Saul echado
y
que quiso exponer su corazon a una nue–
va prueba ,
y
que nos enseñase con su
' exemplo que ha de ser sin límites el amor
que habemos de rener a nuestro próximo
y a nuesrros enemigos ;
y
sobre todo in–
violable la lealtad
y
el
respeto a los Reyes
y christos del Señor. De lo contrario no
podría excusarse de temeridad una ac–
cion que hubiera expuesto a David a un
peligro tan grave sin ninguna ne<;csidad.
S