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LIBRO
PRIMERO DE LOS REYES.
cedite nie
ecce ego post ter–
guro sequar vos: viro autem suo
Nabal non indicavit.
20
Cum ergo ascendisset asi–
num , et descenderet ad radices
111ontis , David et viri eius de–
~cenderant
in occursum eius: qui–
bus et illa occurrit.
21
Et ait David: Vere fru–
stra servavi omnia quae huius
erant in
d~rto,
et non periit
quidquam de cunél:is quae ad eum
pertinebant : et
reddidit mihi
malum pro bono.
22
Haec faciat Deus inimi–
cis David , et haec addat , si
reliquero de omnibus quae ad ip–
sum pertinent usque mane, mln–
gentem ad parletem.
23
Cum autem vidlsset Abi–
gail David , festinavit , et de–
scendit de -as-ino , et procidit
coram D vld super faciem suam,
et adoraVit uper terram.
delante de
mí;
que yo .os seguiré
luego: mas no dixo nada a N abál
su marido.
20
Y habiendo subido sobre
un asno, quando descendía a las
ralees del monte, David y sus
gentes venían hácia ella ; y en–
contróse con ellos
1 •
2
r
_Y dixo David: De verdad
he guardado en vano todo lo que
este tenia en el desierto , sin que
haya perecido nada de quanto
era suyo ; y él me ha vuelto mal
por bien.
22
Esto haga Dios , y aun
acreciente a los enemigos de Da–
vid, si de todo aquello que le per–
tenece le dexare yo
vivo
de aquí
a mañana , ni hombre ni bestia
2 •
23
Mas Abigaíl luego que
vió a David, baxó prontamente
de~
asno ,
y
postrándose delante
de David sobre su rostro, le hizo
una profunda reverencia.
~~
tiempo : ag,uMcfa
con paciencia las oca–
siones de hablarles con provecho : reme–
diar en quanto puedan con su sabiduría
y
cordura los desórdenes de su vida ;
y
sobre todo recurrir a la misericordia de
J
esu Christo , humillándose profundamen–
te en su presencia,
y
aplacándole con
sus oraciones
y
limosnas.
1
David baxaba del monte de Pharán,
y
Abigaíl del Carmelo ;
y
así es creible
qne se encontrasen en el valle que divi–
dia los dos montes.
• A la letra:
Hasta el que vierte a–
guas a la pared.
Lo que se entiende de
Jos hombres y de las bestias , en espe–
cial de los perros que lo suelen hacer así.
Es locucion proverbial.
El
Hebréo
l'.~!f':'
n1aschtúz,
ue
canem
quidem;
y de aquí
se deriva esta palabra Castellana. Y en es–
te sentido es una expresion hyperbólica y
proverbial en boca
de David , queriendo
dar a entender con
el.Jaque no dexaria
con vida a ninguno
de lafamilia de Na–
bál, ni siquiera un perro. Otros la cntien-
den de los hombres solamente. Aunque
David en esta ocasion tenia sobrada razon
para sentir los insultos
y
desprecios de
N abál, y aun pira tomar una proporcio–
nada satisf.1ccion ; pero de ningun modo .
se puede justificar la resolucion sangrien–
ta que le hizo tomar la cólera , ni el jura–
mento con que la acompañó. Esto es lo
que Abigaíl le dió a entender con una ma–
nera llena de luz
y
de sabiduría , y lo
que el mismo David reconoce
y
confiesa
despues, dando gracias al Señor, porque
le babia apartado de la execucion de lo que
habia resuelto. Tanto es verdad que debe–
mos estar en vela sobre nuestras pasiones,
para no dexarnos arrebatar de su violen–
cia. No hay exceso de que no sea capaz
el hombre por muy santo que sea, quan–
do es dexado en las manos de su consejo. ·
P ero al mismo 'tiempo ctuando
la
bondad
del Señor le hace conocer el abysmo en
que va a precipitarse, admira con un vi–
vo reconocimiento la misericordiosa ma–
no del que le ha detenido y preservado•
•
L