CAPITULO
XXIV.
tur
impietas : manus ergo mea
non sit in ·te.
i5
¿Quem persequeris , Rex
Israel ? ¿ quem persequerls? ca–
nem mortuum persequeris , et
pulicem unum.
16
Sit
Domínus ludex , et
iudicet ínter me et te : et vi–
deat , et iudicet causam· mearn,
et eruat me de manu tua.
17
Cum
autem complesset
D avid loquens sermones huius–
cemodl ad Saul , dixit Saul:
¿N
umquid vox haec tua est , fili
mi David? Et 1evavit Saul vo–
cem suam , et flevit:
18
Díxltque ad David :
Iu–
stior tu es quam ego : tu enlm
tribuisti mihí bona : ego autem
reddidí tibi mala.
19
Et tu indicasti hodie quae
fece ris mihi bona : quomodo tra–
dlderit me Dominus i9 manum
tuam , et non occideris me.
20
¿ Quis enim cum invene–
rit
inimícum suum , d-imittet
{!Ulll
in
via bona
?
Sed- Dominus
reddat
tibi vici&situdinem hanc
pro eo quod
hod~
operatus es
in me.
21
Et nunc quía, scio quod
1
Oomo es la de atentar contra
la
p ersona de un Soberano por qualquier
pretexto que sea. Léjos de mí semejante
pensamiento ,
y
el que sea cont•do en el
número de los que esto -piensau. Otros
lo exponen de este otro modo :
El
im–
pio
se busr·a
Ü
mismo la pena de
m
im–
piedad;
porque en la Escritura
iniquitas
se toma freqiientcmente por la pena
y
c astigo que se sigue a la iniquidad. Y así
<SÍ
continuas persiguiéndome injustamente,
tú
mismo
atraeras sobre tí el castigo, sin
que yo reoga ninguna parte eo esto.
• A un hombre de poco valor , des-
dra la impiedad ' ; pero mi ma–
no jamas sea contra tí.
I.S
¿A quién persigues , o
.ReY- de Israél ? ¿a quién per–
sigues ? persigues a un perro
muerto , y a una pulga
2 •
16
Sea Juez el Señor ,
y
juz–
gue entre
mí
y entre
tí:
y vea,
y
juzgue mi causa
s ,
y me li–
bre de tu mano.
17
Luego que David aca–
b6
de decir a
~1
estas ra–
zones , dixo Saul : ¿ Es
por
ventura esa
tu voz , hijo
mw
David ?
Y
alz6 Saul su voz ,
y
llor6
4 :
18 Y
dixo a David: Mas jus–
to eres tú que yo; porque
tú
no
me has hecho sino bienes ;
y
yo
te he pagado con males.
19 Y
tú has mostrado hoy los
bienes que me has hec o; puesto
queme ha entregado
e-1
Señor en tus
manos,
y
no me has quitadola vida.
20
¿Porque quién habiendo
encontrado a su enemigo ,
1<;!
dexará ir en paz ? Mas
el
Se–
ñor
te dé la recompensa por
lo que hoy has hecho conmi–
go.
21
Y ahora por quanto sé
·armado, hambdento, perseguido , hecho
el escárnio de todo el mundo. Los He–
bréos us.tban de esta expresion para signi–
ficar un
!wtubre despreciable.
D .1vid es
mas generoso quamo mas humilde.
3
Sea mi defensor y ·proteél:or. Es un
hebraísmo.
·
4
Es
creíble que conoció Saul la ino–
cencia de D avid, y que lloró por enróa–
ces síncentmcnte _la injusticia de su pro–
ceder que
voluntari~mente confe~aba:
pe–
ro estas lágrimas y arrepentimiento fvc-:
roa muy pasageros , como lo veremos
muy pronJo por la serie de_esta historia.