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LIBRO PRJMER\) DE
J.QS,REYES.
1
CJ'\
P
1 T'· u LO
X'4l.
David /itgitivo va a Nobe
,
y acosado de la hambre come los panes 'san–
tificados que le dió Aquimeléch, hallándose presente Doég lduméo
:
to-.
ma allf la espada de Goliáth
,
y pasa a la C,orte de AquÚ Rey de
Geth_
,
donde sé finge Joco. por temor de perder la vida.
1
Veni:t autem David
iri
N obe ad Achimelech Sacerdo–
tem : et
ob~it
Achimdech
éo quod venisset David. Et di–
xit ei : ¿Qua re tu solus , et nul–
lus est tecum?
2
Et
ait David ad Achime–
lech Sacerdotem: Rex praecepit
m'ihi sermonem, et dixit: Ne–
mo sciat rem propter quam
missus es a me ,
et
cuiusmodi
praecepta tibi dederim : nam et
pueris condixi
in
illum et
il–
lum loG:um
3 N
une
ergo si l]id habes
•
Ciudad ?.'aeerdot11l , a la que fué
trasladadq~
desae Silo el T alrermkulo del
Señor, poco tiempo des¡>ues queJos Phi–
listhéos cautivaron el Arca ,
• Que era el soberano Pontífice. En
S.
MARCOs
u.
26.
dice Jesu Christo que
hizo Abi athár , lo que aquí se refiere de
Aquimeléch, o porque Abiathár supliese
por su padre estando enfermo, o mas bien
porque padre e hijo tenían Jos 9os nom–
bres de Abiathár
y
de Aquimeléch; lo que
se prueba con lo que se Jee en el
Lib.
r.
de los Paralip.
donde en el
Cap. xv.
I I.
se dice , que reynando' David eran Sacer–
dotes Sadóc
y
Abiathár :
y
en el
Cap.
XVII/.
16.
se dice lo mismo de Sadóc
y
de Aquimeléch.
Y
así
mismo en el
11.
de
los R eyes
~Til.
17.
leemos, que Aquime·
léch era hijo de Abiathár;
y
en este libro
C•p. xx nr.
6.
que Abiathár era hijo de
Aquimeléch.
3
E xtrañó que un hombre que tenia
,tanto crédito y rcptltacion,
y
era al mis-
1
Y
vino Davida Nobe
1
a
Aquimeléch el
Sac~rdote
2
:
y ,
• Aquimeléch quedó sorp(ehendi–
do de la llegada de David.
Y
díxole : ¿Cómo vienes solo,
y .
ninguno
3
hay contigo?
2
Y
respondió David a Aqui–
meléch el Sacerdote :
El
Rey
me
dió una órden
4,
y me dixo: Na–
die sepa el motivo por que te he
enviado , ni qué órdenes son las
que te he dado; y por.esto taro–
bien he dicho a mis gentes que
,:me esperasen en tal y tal lugar
s.
3 Ahora pues si tienes a ma-·
mo tiempo yerno del Rey , viniese solo,
esto es, .sin el aeompañamiento que cor–
respondia a su autoridad y empleo. David
dexó retirada su
gen~e,
y
se presentó
solo
al Sacerdote Aquimeléch ; pues consta
v. 5 que venia con alguna gente.
4
Si miramos estas palabras de David
segun el sentido histórico e inmediato, no
podemos excusarle de mentira ;
po~que
dixo a Aquimeléch una cosa que no era
verdadera , con el designio de hacérsela
creer, y juzgando que ¡e era lícito decir
una mentira oficiosa por poner en salvo su
vida. Pero el resplandor de la ley de gra–
cia nos da luces para conocer, que lo que
es malo en si, no puede hacerse lícito
~or
ninguna circunstancia ; y que tales acc!O–
nes o palabras aun en los mas
san.t~s.'
no
nos han de servir de regla para dmgtr las
nuestras.
s
MS.
7·
Eu fulan lugar.
Para que
de este modo no supiesen ni sospechasen
nú
destino , ni alguno de mis encargos.