C A P 1 TUVO XX l.
II3 .
lante de e' los,
y
dexábase caer
en~
tre las manos de ellos ,
y
se daba
por los postigos de las puertas\
y
dexaba correr la saliva por la barba.
curam eis ,
et
collabebatur
in–
ter manus ·e(Jrum , et impingebat
in ostia portae , defiuebantque
salivae eius in barbam.
14 Et ait Achis ad servas
suos : ¿Vidistis hominem
in–
sanum : quare adduxistis eum
ad me?
15
¿
An desunt nobis furiosi, ·
quod introduxistis istum, ut fu–
reret me praesente? ¿hiccine·in–
gredietur domum meam?
.6nf!icndo otros ademanes que persuadie–
sen que estaba fuera de sentido. Esta lo–
cura aparente que le grangeó el desprecio
de Aquis
y
de su Corte; , fué efcél:o de
una prudente sabiduría,
y
•JO
medio de
que Dio' quiso que se •irviera para salvar
su vida
y
la de todos los que le acompa–
ñaban.
D AVID
reconocido a un beneticio
tan señalado del Señor coml'uso con este
motivo el
Psa/11>.
XXXIII.
en que convi–
da a todos los justos a que le acop1¡5'añen
y se unan con él para ensalzar el
anro
nombre del Señor,
y
poner toda la con–
fian za en su poderosa prote<:rion. David
en esta ocasion fué figu a de Jesu Christo,
cuya muerte en una Cruz ful-locura aJos
ojos de los Gentiles.
1.
Corinth.
1.
2 •
.3·
~
14 Y dixo Aquis a sus cria–
dos: ¿Habeis visto un tal men–
tecato ; por qué le habús traí–
do acá?
15
¿Tenemos acaso falta de lo·
cos
2
,
que habeis metido a este para
hacer locuras
enmi~sencia?
¿qué
memeteisen
mi
casaüñ talhombre?
Representa así mismo aquellos Chri¡tia–
nos que apartándose de las máxtmas cor–
rompidas de los mundanos, surren los des–
precios de estos , no mereciéndoles otro
concepto que
el
de locos
y
mentecatos.
Si hay algu11o,
dice S.
PABLO
11.
Cori11th.
XI.
19.
que quiera pasar por sabi,o en
el
mundo
,
hág ase loco para llegar
a
ser
sabio.
1
El Hebréo
1,~¡)
1Jaiet!tá1J
, de
::'JC"
ta1Jáh
,
y
delineaba
o escribia ; esto es,
hacia rayas , y formaba figuras sobre los
tableros de las puertas, como los mucha–
chos
y
faltos de juicio.
• MS.
1· De a/uardanes.
¿He de ser
yo tan imprudente que dé lugar a un loco
entre mis
Corres~nos
y
domésticos?
CAPITULO
XXII.
David desde la cueva de Odolám pasa a huscar al
Rey
de Moáh
,
a
quim
dexa encomendados sus hermanos
JI
la casa de su padre. Por
consejo del Propheta Gad vuelve a la tierra de Judá. Saul hace ma–
tar a Aquimeléch
JI
a los Sacerdotes de Nobe: Abiathár uno de ellos
se salva
,
JI
se acoge a David.
1
Abiit ergo David
inde,
et fugit in speluncam Odollam,
Quod cum audissent fratres eius,
1
Por
tanto lJavid salió
de
allí,
y
se retiró a la cueva de Odo–
lám'.Adonde acudieron sus herma-
'
Que se llama talll.bien
Adul~m
o
Adolám
1
Ciudad situada en la.Ttibu
de
Judi.
Tom.Ill.
P