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CAP'ITULO

XXII. '

IIS

6 Et audivit Saul quod ap...!

pat'uisset David,et viri qui erant

cum eo. Saul autem cum mane–

ret in Gabaa, et esset in nema–

re quod est in Rama , hastam

manu

teneos , cunétique serví

eius circumst

arcnt e

uro,

7 Ait ad

serv.os

suos qui as–

slstebant ei

: Audit

e nur'lc, filii

Iemini: ¿Numquid omnibus va–

bis dabit filius Isai agros et vi–

neas , et universos vos faciet Tri–

bunos et Centuriones:

8 Quoniam coniurastis oro–

nes adversum me, et non est qui

mihi renunciet, maxime cum et

filius meus foedus ini:erit cum·fi–

lio · Isai ? Non est qui vicem

meam doleat ex vobis, nec qui

annunciet mihi : eo quod susci–

taverit filius meus servum meum

adversum me insidiantem mihi

usque hodie. ·

9 Respondens autem 1J)oeg

Id umaeus, qui assistebat , et erat

1

MS. A.

Ovo sabidurfa dé!.

• De Benjamín. Saul era de esta Tri–

be , y por esro dirige

sJ

discurso a los de

ella, quejándose de que mirasen con

tan~

ta

indiferencia sus ventajas , debiendo

mostrar mayor zelo e interes en su con–

servacion.

3

Saul toca en este discurso el resorte

que pone en iliovilnlento

:i

casi todos

a~

quellos que rodean las personas de los

Príncipes. No són estos los amados , sino

las gracias que de ellos esperan : el interes

suele ser el que trae estas tropas de gente

a

la Corre. Saul abusando dd poder que

Dios babia depositado en sus manos , lo

emplea en favor de la lisonja , no de la

verdad ni de la jnsricia. En vez de adqui–

rir siervos fieles

y

sínceros dispensándoles

sus gracias , hace de estas un uso m.u

y

pernicioso en favor de los que lisonjean

sus pasiones. Por esto no es muavilla que

en las Corres de los Príncipes se .hallen

Tom. III.

·

6

Y oyó Saul ' que se· había

dexado ver David,

y

la gente que

Llevaba consigo. Y como Saul per–

maneciese en Gabaa, y se haliase

en un bosque que hay en Rama,

teniendo una lanza en la mano,

y

rodeado de todos sus siervos,

7 Dixo a sus siervos que le

rodeaban: Oidme ahora, hijos de

Jémini

2

:

¿El hijo de Isaí os

da~

3

acasb a todos vosotros campos

y

viñas , y os

ha~

todos vo–

sotros Tribunos

y

Centuriones:

8 Pues todos habeis conspira

4

do

4

contra

mí,y

no hay uno queme

descubra algo , mayormente que

aun mi mismo hijo se ha coligado

con el hijo de Isaí? No hay entre

vosotros quien de mí se duela, ni

quien me dé algún

aviso;puestoqu~

mi hijo ha levantado contra mí a

uno de mis siervosquesin cesar has–

ta el clia de hoy me está asechando.

9 Respondió entónces Doég

de Iduméa

s,

que se nallaba pre-

mas sequaces de

Do~g

que de Jonathás.

4

MS.

3· E

vos atastes todos.

Es pro•

bable que Jonathás no se pusiese delanté

de su padre despues del suceso que se re–

fiere en el Cap. xx.

33·

La etlvidia que

despedazaba el corazon dé Saul , era

co~

mo una furia que sin cesar le agitaba , tras–

tornáudole la razon

y

los sentidos ,

y

ha·

ciendo que se declarase a un mistho tiem–

po enemigo de sus vasallos , de su propio

hijo

y

de su reposo.

s

MS.

y

FERRAR.

El

Adomi;

y

mas abaxo :

El

Adolami.

D etestable Cor·

resano , que en lugar de disipar las f.1l sas

e injustas sospechas de su señor, o por lo

ménos de permanecer en silencio , no te–

me dar fi¡menro a su pasion, e irritarla

con unas palabras llenas de malignidad

y

de artificio. Suprime una circunstancia que

era decisiva a f.wor del sumo Sacerdote.

David le habia dado a entender que lleva–

ba órdenes que instaban de su Soberano;

p

2