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LIBRO PRIMERO
DE
LOS REYES.
2
r Quod
cum
nunciatum
esset Sauli , misit et alios nun–
cios: prophetaverunt autem et
illi. Et rursum misit Saul ter–
tíos nuncios : qui et ipsi pro–
phetaverunt. Et iratus iracun–
dia Saul,
22
Abiit etiam ipse in Ra–
matha , et venit usque ad cister–
nam magnam quae est in Socho,
et
interroga~
1
~~\:dixit:
¿In quo
loco sunt Sa
t Davia
~étumque est ei : Ecce in N aioth
sunt in Ramatha.
23
~rEt
al:¡iit
in Naioth in
Ramatna , et faétus est etiam
super euro Spiritus Domini , et
ambulabat. ingrediens , et pro–
phetabat usque dum veniret
in
N aioth in Ramatha.
24 Et expoliavit etiam ipse
se vestimentis suis , et propheta–
vit Cl!m ceteris coram Samue–
Ie , et cec·d' t nu us
tota die
ill~et
noéte. Unde et e,xivit
proVerbium : ¿Nllm " et Saul in–
ter Prophet-as
?
quiso el Señor manifestar la justicia de la
causa de su siervo David ,
y
quán vanos
eran todos los esfuerzos de los hombres
cont~a
él.
'
Estas palabras no se leen en el
Hcbréo.
2
Saul comenzó ya desde la grande
piscina de Soco a despojarse de sus vesti–
duras , a hablar en tono prophético , a
a Supra x.
12.
2r
Y habiéndose contado es–
to a Saul, envió otros mensage–
ros ;
y
estos tambien propheti–
zaron. Y Saul envió ter.cera
v~,...
mensagerbs ; los quales del mis–
mo modo prophetizaron. Saul en–
tónces lleno de cólera ' ,
22
Fué aun él mismo aRa–
matha , ·y llegó 'hasta
la~
grande
cisterna que está en Soco,
y
pre–
guntó, diciendo: ¿En qué lugar
stán Samuél y David?- Y le fué
respondido :
Es~án
allá
en Na–
yóth de Ramatha.
23 .
Y mardró a Nayóth de
Ramatha, y el Espíritu del Se–
ñor entró tambien en él, e iba
andando y prophetizwndo por el
camino
2
hasta que
lle~ó
a Na–
yóth de Ramatha.
24 Y aun se despojó por si
mi~mo
de sus vestidos,
y
prophe–
üz.ó
con los otros delante de Sa–
muél, y estuvo desnudo
3
portier–
ra todo aquel día y la noche. Lo
qual dió lugar al proverbio: ¿Taro–
bien Saul entre los Prophetas
~
alabar a Dios , y a ser agitado como lo's
Prophetas quando les venia el :Espíritu
del Señor.
l
De los vestidos Reales
y
ropas ex–
teriores que manifestaban al Pneblo
su
dignidad , quedándose con sola la túnica.
En este mismo sentido se toma esta pa–
labra en otros muchos lugares de la Es–
~ritura.
JI,
R eg.
VI.
20. MlCHAliAS 1.
8.