C~PITU
L-O
XIX.
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vid,
diciendo~
Saul mí padi'e'llhda
buscañdo matarte: por lo qúltl te
ruego, que te guardes mañana,
y
ve aun lugar retirado' ,y escóndete:
yJd ,
dicens : Quaerit Saul pater
meus occid.ere
te : quaprOJDter
observa te , quaeso , mane, et ma–
nebis clam , et absconderis:
3 Ego autem egrediens sta–
bo iuxta patrem meum , in agro
ubicumque fueris: et ego loquar
de te ad patrem meum :
~t
quod–
cumque videro nunciabo tibi.
4 Locutus est ergo Ionathas
de David bona ad Saul patrem
suum, dixitque ·ad eum:
N
e pec–
ces, Rex, in servum tuum Da–
vid , quía nón peccavit tibi , et
-opera eius bona sunt
tibi
valde,
5 Et posuit animam suam in
manu sua , et percussit Phili–
sthaeum , et fecit Dominus sa–
lutem magnam universo Israelí:
vidisti , et laetatus es :
¿
Quare
ergo peccas in sanguine innoxio,
interficiens David qni est abs–
que culpa? "
6 Quod cum audisset Sau ,
placatus voce Ionathae, iuravi :
que todos al engrandecimiento de David,
es solo el que se declara a su favor
!
~es-peta el órden de Dio:",
y
estima mas la
amistad de David
y
la condicion de ¡;ar–
ticular
a
que por dicha órden se ve redu–
cido , que la corona a que su nacimiento
l e daba derecho. Como esta amistad se
fund aba sobre la virtud, crecía y se for–
«ificaba al paso que la virtud de su amigó
:se
veía expuesta
a
nuevas pruebas y aflic–
ciones. La dicha de encontrar tales ami–
gos está reservada para los que temen al
:Señor.
E ccluiast. xvr.
17.
·
1
La serie de lo que despues se sigñe
d a a entender que le señalaba algun lugar
determinado.
• Y
al qua! es verisímil que acostum–
brase ir Saul.
3
¡Qué felices serian los Príncipes,
:si
en medio de una tropa de Cortesanos
iisonjeros se hallase siquiera uo hombre
iiel que les dixese la verdad , hablase en
Tom.III.
3 Que yo saldré e iré ' con
mi padre al campo , a donde tlÍ
estuvieres • ; y yo hablaré de
tí
a mi padre; y te haré sabe·r to–
do lo que entendiere.
4
Jonathás pues habló a Saul
SU
~re
a favor
David
3,
y
díxo e: No
peques,~
Rey,
con~
tra David tu siervo, puesto que
n~
ha faltado contra
tí
¡
'y
sus
pechos,
te son muy leales.
'
5
El expuso su vida ' al extre–
mo
4,
y mató al Philisthéo ,
y
el Señor salvó maravillosamen-·
te a todo Israél : lo viste , y te
holgaste de ello: ¿Por qué pues
quieres pecar contra una san–
gre inocente, matando a David
que está sin culpa?.
6 Como oyese esto Saul , a–
placado con las palabras de Jo-
favor de la inocencia , disipase st1S pre•
venciooes , moderase con sabias adver–
tencias el ímpetu de sus pasiones , y lot
hltiese entrar en Sentimientos de humani–
dad, de justicia , de religion! Perb la
dí~
cha de oir la verdad no es sino para aque–
llos que la atnan y la buscan con ausia.
j
onathás ,
'.!ue
la declara sínceramen–
te , al principio es escuchado ; p,ero deP
pues , Como veremos mas adelante , es ul–
trajado ,
y
pone en riesgo su vida. Guar–
da desde entónces silencio
¡
y
el desgra–
ciado Saul queda
a
díscrecion de sus vio–
lentas pasiones , y de los lisonjeros que
le cercan
y
le aplaudeñ. La verd.1d no
se acerca al throno , sino es convidada
y
buscada. Desde el punto mismo que se
ve desechada, se retira,y dexa a la mentira
y a la simulacíon que se lleve todo el
favor~
4
A
la letra :
Puso su alma
en
su
p alma
;
que es un Hebraismo ,
y
quiere
decir ; Puso su vida en el mayo(.
ries~o,
Nz