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LIBRO PRIMERO DE LOS REYES.
S Egrediebal!ur qu0que Da–
vid ad omnia quaecumque mi–
sisset eum Saul, et prudenter se
agebat, posuitque eum Saul su–
per viros belli, et acceptus erat
in oculis universi Populi , ma–
ximeque in conspeétu famulo–
rum Saul.
6 Porro cum reverteretur per–
cusso PhHisthaeo David , egres–
sae sunt
~~
de universis
-U
rbibus Is
,
antanfes
~rió
rosque ducentes in occursum Saul
Regis in tympanis laetltiae , et
in sistris.
7 Et praecinebant mulieres
1
ludentes , atque dicentes : Per-'
cussit Saul mille
a
,
et David
decem millia.
8
lratus est autem Saul ni–
mis , et displicuit in oculis eius
sermo iste , dixitque : Dederunt
David decem}llilHa, et mihi mil–
le dederunt : ¿qwid ei superest,
nisi solum Regnum?
9 Non reétis ergo oculis Saul
aspiciebat
~avitl
a die illa
t
et
-deinceps.
s Dando muestras de valor
y
de
condufra irreprehensible.
• Cuyos zelos naturalmente hubieran
debido moverse contra él.
3
MS. 7·
Las dueñas.
4
MS.
8.
E /asiendo carolas.
MS. A.
Cantaudo a corros.
s
MS.
3·
E
con Arabes.
6
MS.
3·
y
7·
Las juglaras.
Canta–
ban diciendo. El Hebréo
il};~,Y~!
vat–
tang!Ianénah
,
y
respondian
;
lo qoe da a
entender que unas cantaban ,
y
otras res–
pondían con el estrivillo que aquí se po–
ne, y que movió en Saul un odio mortal e
implacable, que conservó d
espues toda suvida contra David.Véase
e
!Exodoxv.zo.4
l1zjra
XXI.
II.
Eccli.
xz.vu.
7•
S Y salia David a doade
quiera que le enviaba Saul ,
y
se manejaba con cordura
1
,
y
Saul le dió el mando sobre al–
guna gente de guerra ,
y
se ga–
nó la aficion de todo el Pueblo,
y
sobre todo
~a
de los criados
de Saul ".
6 Mas quando volvía David
despues de haber herido al Philis–
théo, salieron las muge res
3
de to–
'das las Ciudades de lsraél a reci–
bir al Rey Saul, cantando y dan–
zando
+,
y mostrando su alegría
con panderos
y
sonajas
s.
7 Y danzaban
las muge–
res
6
cantando ,
y
diciendo:
Saul mató mil , y David diez
il
7
m
.
8 Y enojóse Saul en extremo,
y
descontentáronle mucho estas
palabras
8 ,
y
dixo: A David die–
ron diez mil ,
y
a mí dieron
mil: ¿qué le falta ya a él, si–
no solo el Reyno
?
9 Por lo que desde aquel día
en adelante no miraba Saul a Da–
vid con buenos ojos.
7
David matando a Goliáth merece
alabarse como si hubiera muerto a diez
_mil. Elogio bien merecido ; pero aplica–
·do indiscretamente por aquellas mugeres.
8
La indiscrecion de estas mugeres
nos ha de servir de escarmiento para que
no profiramos palabras.que puedan indis–
poner al próximo contra nosotros o con–
tra los demas. Al mismo tiempo debemos
considerar quánto nos conviene evitar que
no llegue a tomar posesion de nuestra
alma ninguna pasion ; pero principalmen–
te la de la envidia , la qua! precipitó a
Saul en las mas horribles crueldades
y
desvaríos ;
y
ella misma es aquella furia
que cada dia hace los mayores esrragos.