LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
stram et Derben , et universam
j n circuitu
regi~ncm
: et
ibi
EvangeJizantes erant.
·7 Et quidam vir Lystris
infirmus ped ibus scdebat , clau–
d
us ex utero matris suae ,
q
ui
n urnquam ambulaverat.
8 Hic audivit Paulum lo–
quentem : qui intuitus eum , et
videns quia fidem habcret ut sal·
Vus
fkret ,
9 Dixit magna voce: Sur–
ge super pedes tuos rcél:us. E t
exilivit, et ambulabat.
10
Turbae autem cum vi–
dissent quod fecerat Paulus, le–
vaverunt vocem suam Lycao-_
nice dicentes : D i
i
simiJes fa-..,
él:i
hominibus descendcrunt ad
nos.
li
E t c vocabant Barnabam
l <'ivem , Paulum vero Mercu–
rium : quoniam ipse erat dux
verbi.
1 2
Sacerdos quoque Iovis,
qui crat ante Civitatem, tauros
et coronas ante ianuas afferens,
cum populis volebat sacrifica–
re.
13 Quod ubi audierunt Apo-
1
T. Gr.
%t.J'~v«T~r ,
im:Jii!Bibilitado.
,
Que csr:tba en un:t
cntcr:~
pcrsua- .
sion del poder que rcni:ln los ApósLolcs de
c.Yr:ule ,
y
rcni:t
una
firme confianza Ce
que en cfcél:o le
cur:ui:ut
de cuerpo
y
de
:tima.
J
T. Gr.
fT~j
Ai¡,w·
¿,
T~ o~;p.a7r
Tg
~tvtJiv
it11W xe1c¡W
,
a
tf
digo
:
en
d ' uom–
bn· dd Sr>ñor .f,•su Christo.
En:1s
palabr.tsse
omiten
en
b
Vulgara.
4
Esta
cr::. un
di,llcél'o de
1::. Gric.:ga,
que se habl.1ba en lOda l.t Asia menor.
s Sin duda porque tcndria un ayre
m:tgcsruoso en su pt:rsona.
des de Lycaon ia , y a toda
aque~
lla comarca· :
Y"
allí predicaba'n el
Evangelio.
7 Y en Lystra había
u~.
hombre lisiado ' de los pies , co–
xa desde el vientre de su madre,
el qual nunca habia andado.
8 Este oyó predicar a Pa–
blo : quien poniendo en él los
ojos, y viendo que tenia fe pa,ra
ser sano
2
,
9 Dixo en alta voz': Le–
vántate derecho sobre tus pies.
Y él saltó, y andaba.
ro Y las gentes quando vie–
ron lo que Pablo había hecho, le–
vantaron su voz , y dixeron en
leng'l!l Lycaónica •: Han deseen:
dicto a nosotros Dioses en forma
c e hombres.
Ir
Y llamaban a Bernabé
J
u–
piter
s
,
Y" a 4íL\lo Mercurio
6 :
porque él era el que llevaba la
palabra.
12
Tambien el Sacerdote de
J
upi ter , que
7
estaba a la entra–
da de la Ciudad , trayendo ante
las puertas toros y gu irnaldas ' ,
quería sacrificar con el pueblo.
13 Y quando lo oyeron los
6
Crcychdo qne Pablo era su 1ntér–
prcre
1
le tm•icron por Mercurio, a quien
los GeJHilcs creían intérprete de
la
volun–
tad
de los Dioses ,
y el
D ios
de b
E:lo–
qiicncia.
7
Cuyo Templo.
'
8
A
las puertas de
bs
casas donde es–
t:~.ban
hospedados Jos Ap6sroles , roros con
coronas
y
guirnaldas , como acqstumbra–
ban Jle,•arlos al
s:~crificio.
Los S:-tcerdorcs
igUalmente solian
llevar
coron:ts sobre la,
c.1bcza.
J~n
esta ocasion quisieron ofrecer
~~;;:ci•:ificio
a los
1\
p6stoles como a uRos