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LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES.
dabo vobis sanéta David fide–
lia.
35
Ideoque et alias dicit • :
Non dabis Sanétum tuum vide–
re corruptionem.
36
D avid enim in sua gene–
ratione cum administrasset, vo–
Juntati D ei • dormivit : et ap–
positus est ad patres suos , et
vidit corruptionem.
37
Quem vero Deus suscita·
vit a mortuis, non vidit corru–
ptionem.
38
Notum igitur sit vobis,
viri fratres, quia per hunc va–
bis remissio peccatorum annun–
tiatur , et ab omnibus quibus
non potuistis in Lege Moysi
~u
stificari.
39 In hoc omnis qui ere–
die, iustificatur.
40 \Yidete ergo ne superve–
niat vobis quod diétum est in
Prophetis:
Cumpliré fielmente las promesas que
11icc a David. Porque si no hubiera resu–
citado dcspues de muerto , hubiera" fal–
tado las promesas que le fueron
hcctri~
de
que su Rcyno seria eterno.
.
:z
Esto es ,
la
resolucion de su cuerpo
en polvo dcspues de la muerte, como
su~
cede a los otros hombres.
a
O
miéntras vivió.
• D e este mi9oho ar umento se sirvió
t:unbicn S. Pedro para convencer a Jos
Ju·
días. V éasc lo que dexamos ya notado
en el Cap.
11.
29.
s Porque la Ley de Moysés cor'"'to–
das sus ceremonias y sacrificios , no po–
día producir esta obra divina , ni dar al
alma del pecador esta justicia interior, que
le hace agradable a D ios : solamente la
gracia de .Jesu Christo puede hacerlo;
por~
que sola ella tiene la virtud de renovar el
corazon del hombre , de corregir sus in-
que sean fieles las cosas santas•de
D avid'.
35 Y por esto dice tambien
en otro lugar : No
permiti~ás
que tu Santo vea corrupcion
2
•
36
Porque David en su tiem–
po
3
habiendo servido , segun la
voluntad de Dios, murió : y fué
puesto con sus padres, y vió cor–
rupcion
4 •
37
Pero aquel que Dios
ha
resucitado de entre los muertos,
no vió corrupcion.
38
Séaos pues notorio, varo–
nes hermanos, que por este se os
anuncia remision de pecados,
y
de todo lo que no pudisteis ser
justificados
s
por la Ley de Moy–
sés"!
39 En este es justificado to–
do aquel que cree.
40 Puesiii;2rdaos que no ven–
ga sobre vosotros lo que dixcron
los Prophetas
6 :
clinaciones depravadas,
y
de hacer que se
someta por amor al yugo de la Ley
Divj...
na. El
~rimer
paso que esta gracia hace
dar al hombre pecador hácia la justicia, es
la fe en Dios
y
en
J
csu Christo , {Ulico
Salvador
y
Mediador.
Couc. Trid. Ses. vi.
Ct~p.
vt. et
V.IIl.
Y esta misma fe , quan–
do ha llegado a arraygarse en el corazon,
de modo
q~i\•a
y
obre por la caridad,
es
la
justicia misma ,
y
la santidad del
hombre.
Y
en estos dos sentidos , dice
S.
PABLO,
que es justificado
el
que cree
en Jcsu Christo.
6
Les cita solamente este terrible lu–
gar de
HAnAcuc
1.
5. en que el Prophe–
ta amenaza a los
J
udlos su entera
ruín.:~
por ministerio de N abucodonosor , el in–
cendio del Templo , y el C:lllliverio de
todo
el
J>ueblo : mas esta desobcion so–
bmente era figura del abandono, en que
D ios Jm dcxaria por no luber creído co
R
Psnlm. xv.
10.
¡,
I r.
R eg.
Ir.
JQ.