. CAPITULO XIIí.
bere charaé1:erem in dextera ma–
nu sua , aut in frontibus suis.
17 Et ne quis possit emere,
aut vendere , nisi qui habet cha–
ruéterem aut nomen besti; e , aut
n umerum nominis eius.
18 Hic sa pientia est Qui
habet intelleé1:um , comput t nu–
merum bestiae. Numerus enim
hominis est : et
numen
eius
scxcenti sexaginta scx.
1
MS.
Cnraflm•a.
, MS.
Fruentes.
Con la que manifcs–
tar:ln que son
Antichristian~.
De todo
esto
y
de lo que luego vcrc
ros
se Icen
repetidos exempl.trcs de los mperadores
Rom:tnos que persiguieron los Christia
nos '
y
señaladamente de
r
ocl~iano.
3
El
que:tuviere intcli cncia forme el
cálculo,
y
vendr:í en
9'
nacimiento que
el nombre del Antechr' o se compondrá
de !erras , que tomad/ odas juntas como
not.1s o
señales
nur teas , formarán
el
número seiscientos
~
cota
y
seis. Es muy
vcrosimil que será R¿ un el valor que
les
correspondl! en el Alphabeto Griego, por
;~¡a~~~n~· s~~
3
~n~~fl~)i1a:
1
~o~~~~~~~i!!~:
que se pueden hacer\ de
:~.quellas
!erras
Griegas> que unidas
Jarán el
dicho
nú-
ñal ' en su mano diestra, o en sus
frentes •.
17 Y que ninguno puedacom•
prar o vender, sino aquel que tie•
ne la señal o nombre de la bestia,
o el número de su nombre
3 •
r8 Aquí está la sabiduría,
Quien tiene inteligencia , calcule
el número de la bestia. Porque ha:¡t
númcrode hombre •: yel número
de ella seiscientos sesenta y seis.
mero ; así tambien usando de J:is palabra;
de
S. lnENEO
Lib.
v. COJtlra
H...,e.resei
Cap. xxx. No queremos tenut:zriamcnte
y
COil
peligro
afirm.zrn/gmza cosa acerca
del nombre del Anteclt-risto
;
porque si
e1a
este tiempo se lmbjera de llflber .revelad(}
cl:zráYilcute su nombre
>
lo hubiera lzecluJ
el que tuvo esta -rl!velacion.
Entre los
Ex~
positores modernos
a
unos les parece con–
venir estas notas a Dloclr"")i:tno , a otros
a
J uliano Apóstata,
y
otroSl::ts itt1aginan en
Mahoma ; mas todos esros son solo sym–
bolo.s
y
precursores
del
Amechristo.
4
No la suma
del
tiempo
del
Ante•
christo , sino su nombre propio. Los
Pro-o
restantes han delirado en la cxposicion de
esrc Capítulo;
y
el mismo GRociO, mé–
nos preocupado
que
otros
muchos,
los
re-–
futó de intento en su obra
dd
Anucliristo4
)
CAPITULO XIV.
El Cordero soj re el monte de S ion. L os vfrgenes le sfgueh
cantand~
a donde qu1era que vá. Tres paú bras de IQJ ti'es Angeles. CaJtiga
áe los que ndot·ftron la
bestia
y
su. jigura. Paciencia de los
S a11tos4
Otros dos Angeles armados de hoces
;
el. una,siega
,
y
el otro vendimia.
1
Et vidi : et ecce Agnus
stabat supra montcm Sion, et
cum eo centum quadraginta qua-
1
Y
miré:yheaquíe!Corde–
ro que estaba en pi.e sobre el mon–
te Sion ' , y con él ciento y qua-
~
1
Si'tm
se interpreta
el que
r'gistra ;
y
aquí
se
significa la Iglesia
Triumphante
o
el
J.sicmo de los Bicn:lVenturados } donde.
can a
tara registrarán
y
verán
la
gloria
del Señor , gozando al mismo tiempo del
torrente de
las
eternas
deüci.L!•
•
•
..