e
(
734
EL APOCALYPSIS DEL APOSTOL S.-jUAN•.
et castigo. AEmulare ergo , et
poeniteotiam age.
20 ·
Ecce sto ad ostium , et
pulso : si quis audierit vocem
meam , et aperuerit mihi ia–
nuam , intrabo ad
illum
, et cee–
nabo cum illo, et ipse mecum.
21
Qui
vicerit, dabo
ei
se–
dere mecum
in
throno meo : sic-
1
ut et ego vici , et sedi cum
Patre meo in throno eius.
- 22
Qui habet aurem , a u–
diat quid Spiritus dicat Eccle–
siis.
• Dios Ilama a la puerta del corazon
de un pecador. P.rimero
,exteriorm~lte
por
medio de la insrruccion , de la exhorra–
cion , de los uenos exemplos , de los es–
carmientos,
··~"-los
... Segundo, interior–
mente por medio e las santas inspiracio–
nes
y
buenos
movimientOSiiííi2..1}
que exci–
ta la voluntad :
y
así si encuentra cerrada
la puerta del corazon , la falta está en el
pecador ; porque lo que la cierra no es
otra cosa sino este apego voluntario
qu~
tiene a las criaturas,
y
la preferencia que
hace de estos bienes f.'llsos
y
engañosos,
al único, soberano
y
verdadero que es Dios.
Pueden tambie,;.>entenderse estas palabras
en el sentido que queda explicado arr't'l
j.r.
r r.
y
de lo que dixo
J
esu Christo en él
Evangelio ,
q~\do
nos exhorra a estar
como
los
sicr9'o~e
velan
y
esperan a
hendo y castij;o. Ármáte pues
de zelo, y arrepiéntete.
20.
e
C ata que estoy a la puer–
ta , y lfamo ' : si alg uno oyere mi
voz ,
y.
me abriere la puerta, en–
traré a él , y cenaré con él , y él
conmigo •.
21
Al que venciere , le haré
sentar conmigo en mi thróno:
así como yo tambien vencí , y
me
senté con mi Padre en su throno.
22
El que tiene oreja , oiga
lo que el Espíritu dice a las Igle–
sias.
• 'i:U
señor , para abrirle quando llame a Ta
puerta.
fue. xn.
36.
Lo que tiene rela–
cion al JUicio final,
y
tam ,.<en a la muerte
de cada uno en particular.
1
a En el prirqer sentido
e~tas
palabras
-.. significan la incit ·a
y
estrecha union que
contrae J esu Chd
'h
con el pecador con–
vertido ,
y
la sua
\~
1
ad
de consuelos que
derrama sobre su corazon. En el segundet
la felicidad eterna , representada freqi.ien–
temCnte en
la
Escritura baxo Ja iCiea de
un grande festín. E stos tres primeros Ca–
p:ítulos son como una instr9ccion Moral
o sanca preparacion con que se dispone el
corazon a una grande pureza, pues esta es
necesaria para entrar a conocer los arca–
rios sublimes qne va a Indicar S. Juan en
los
Capítulos
y
Ptophecías siguientes, que
miran
los
tiempos venideros.
""
CAp
tTLU
Lo
IV. <
'-
ThrOIIO de D ios en el Cielo
:
los vei11te
.JI
quntro Ancianos
qr~e
adoran
a Dios
:
y
los quatro arlimales
tle11~1ie
ojos que
te
alaban.
1
Post haec vidi : et ecce
ostium apertum in Caelo , et
• Vi el Cielo abierto ,
y
se m.e
mani~
fcstaron·las cosas que pasaban dentro, co-
1
Despues de esto miré:
y
vi
una puerta abierta en el Cielo'•
\
mo si me hubieran abierto una puerta pa–
ra que yo por ella.
las
registrase. Esr::a
$@•