Table of Contents Table of Contents
Previous Page  729 / 838 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 729 / 838 Next Page
Page Background

ADVERT EN CI A.

fic:tcion

y

provecho d.c los Leaores :

y

sin omirir el sentido morai

y

tl'opológi_,_

co que se da a estas l)rophecías ,

y

que es muy seguro

y

útil

para

el :trrCglo

dt;'!

laS

costumbres, hemos procurado

t~mbien

explicar

el

literal e

hi.n órico

que pertenece

al cumplimiento o vcrificacion de las mismas Prophecías ; pero siempre baxo de la

escolta

y

guia de. los Padres e Intérpretes de mayor nota

y

autoridad. Y aunque

algunas de las revelaciones se vieron ya cumplidas en

~os

primeros siglos de la

Iglesia , pues parece señalan con el· dedo las

pcrsec~cioncs

que en ellos p:tdecieron

los Mártyres,

y

los castigos que experimentaron sus

tyran.os

y

perseguidores des–

de el Imperio de Neron hasta que Constantino dió la paz a la Iglesia; sin em–

bargo est:tmos persuadidos que muchas .de ellas no se cumplieron cmónces , porque

miraban a otros acontecimientos de tiempos posteriores

y

m~·

remotos. Pues ya de..

xó dicho San Agustin

1

:

Que el Libro del Apocalypsis

comp~hendc todo~

los acae–

cimientos grandes de la Iglesia, desde la primera venida de Jesu Christo hasta el

fin del mundo, en que será

su

segunda venida. Y aun

Tertuliano~

babia observado

que este divino Libro encierra el órdev de todos los tiempos de la Iglesia. Y en

esta considcracion Jos

Expositor~s

modernos

,

co1a el sabio Obispo Bossuct ,

Lt

Chct;udic

cúl

de París , el doélo Calmct ,

y

en nuestros dias J oubert

y

Marti–

ni , han trabajado con nuevos esfuerzos en descubrir los mysterios

r

pocalypsis,

aplicándolos a sucesos mas modernos , segun nos Jos presel!l:

~storia

de aqut::llos

Imperios , que

ticn~l/enlacc

con la Iglesia,

y

pertcne n a los siglos posteriores. Y

nosotros indicarémos en sus lugares respeétivos lo que nos parezca mas fundado en

el

texto

y

en la misma doélrina de los l'adres , cuyo unánime consentimiento

,

aun

en estas interpretaciones alegóricas , es y será siempre para todos los' juiciosos del

mayor peso

y

autoridad. Ni se opone r'"csto

el

que alguno de los ]>adres recono–

ciese o registrase al Amechristo en la persona de un Ncron o

de

iln

Diocleciano~

o de algun otro de los que persiguieron la

~lcsía

; porque estos no quisieron sig–

nificar otra cosa sino lo mismo que di6 a entender nuestro Apóstol qoando en su

pnmera Carca

dix~,

que el Antcchnsro esraba ya en el

~~~7'

o que había ya

en él muchos Antcchnsros , explicando

e~

esto Ia_prrza de caráé\:er entre

Jos Hereges de su

uem~o

,

y

el

últnn~

y

mayo: 7.rugo

~e

Chmto

y

de su Igle-

6ia.

Fuera de esto , el comun sennr de los m1smos Padres fund.tdo en las

Escrituras , es que muchos lug

el Apocalypsis solamente deben referirse

a :iqucl tiempo : en que

el

mundo tendrá fin. Las amenazas del sello sextO ,

y

Jas plagas o castigos que lloverán sobre los impíos ; los dos testigos o Mártyres

1

que vendrán a combatir con el grande enemigo que los hará morir ,

y

dcspues re-:

sucitarán.:

y

finalmente el reyoo del Antcchristo en Jcrusalem , lo qual debe co--

~:

D (

Civit.DeiLib.xx

. Cap.viii.

'

D e R esurrdl. Cap . .z:y,