CAPITULO 1
V.
quoniam Iesus est Filius Dei,
D eus in eo manet, et ipse in Deo.
16
E t
nos cognovimus et
credidimus charitati , quam ha–
bet D eus in nobis. Deus Cha–
ritas est : et qui manet
in
cha–
ritate , in Deo manet , et Deus
i n eo.
17
In hoc perfeéta est cha–
r itas Dei nobiscum , ut fidu- ·
ciam habeamus in die iudicii:
q uia sicut ille est , et nos su–
mus in hoc mundo.
18
Timor non est in chari–
t ate : sed perfeéta charitas fo–
ras mittit ti morem ; quoniam
timor poenam habet : qui autem .
t imet , non est perfeétus in cha- •,·
ritate.
,
'J
re ' que Jesus es el Hijo de D ios,
Dios está en él , y él en D ios.
16
Y
nosotros hemos conoci–
do y creído a la ca ridad, que Dios
tiene por nosotros. Dios es Ca–
r idad : y quien permanece en ca–
ridad , en Dios permanece, y Dios
en
él.
17
Por esto fué consumada la
caridad de Dios con nosotros
Z,
para q10e tengamos confianza en el
día del juicio: pues como él es , así
somos nosotros-en este mu ndo.
18
En la ca ridad no hay te–
mor .' : mas la caridad perfeéta
echa fuera el temor ; porque el te–
mor tiene pena
<:
y así el que te–
rne ;
'2j
es perfeéto en la cari–
dad.
Y-\,-.._;
1
Con espíritu de rcligion
y
fe viva
animada de la
caridad~phes.
J
r r.
17.
2
Haciendo que amemos a nuestros
próximos como
él
nos ama ;
y
nos llene
esto ·de confianza para presentarnos sin
temor delante de su Tribunal. La palabra
como
no .!lignifica siempre igualdad : se
usa muchas veces para explicar relacion o
Semejanza ; debiéndose entender en este
;y
otros h1garcs con la infinita distancia
""
que hay entre el Criador
y
la criatura,
y
a proporcion de nuestra naturaleza
y
condicion.
P orque como il es
,
así so–
mos uoJotros
~n.
este mundo.
Algunos
lo explic.m
ele
este
~odo
: porque así co-
,.. mo él permJnece en nosotros en este mun–
do , de
la
misma manera
rmanecemos
en él miéntras vi,·imos:
y
así como él es
en nosotros el autor
y
principio de es–
tra santidad , pureza y caridad
;
así
rí'
rros ·vivimos santa"
y
castamente estando
muertos al mundo :
y
como él está en
nosotros amándonos con el mayor exce–
so ; a!>Í nosotros estamos tambicn en él a–
mándole de todo corazon ,
y
por su amor
t'ambien a JlUestros próximos
y
hermanos.
P or lo que si somos tales para con Dios,
como D ios lo es para con nosotros , en–
t6nces llenos de confianza
y
sin el menor
)
te~ork~!e~~s
J:Ec entender del temor
serví! ; porque el temor filial, al que
DA~
VJD
llama:
Temor casto del Srñor, que
p ermanece para siempre
,
procede de la
misma caridad o amor. Que
SAN JuAN
l1abla del temor serví!, lo explica el mis–
mo quando dice : que
el
temor va acom–
paó.ado de pena
y
de cas6g.o ; por quan–
to
-"li
que teme ofender a Dios con temor
se~íl
, no tanto lo hace por amor a D ios,
como por miedo de la pena con que le
puede castigar. Esto no obstante , el te–
mor serví! es honesto
y
luil para
la
justi–
i cacion del
pe~a.7Concil.
Trident.Sess.
v
1.\lf:n~l
y
empieza la convcrsion
del howl ,.
,
y
se acaba en la caridad, S.
AGus-f.j . El temor serví!
SG
va disminu–
yendo; al paso que va creciendo
y
au–
mentándose
la
carid:ld ;
y
cesa del todo,
quando el corazon se halla penetrado de
amor
de
Dios. V éase S. AGUSTIN.
4
T. Gr.
;I(.¡A«O'I\1
lxc', time castigo;
y
e,n este Sentido lo hemos explicado.
P uede rambien interpretarse de este otro
modo. La vista
y
considc:racion de nues–
tros pecados , cuyos remordimientos sen–
rimos ,
y
euyo castigo tememos , no ha–
ce sino inquietarnos
y
turbarnos.