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(
694
El'ISTOLA
J.
DEL APOSTOE S. JUAN.
9 In hoc appa ruit charitas
9 En esto se demostró la ca-
Dei in nobis , quoniam • Fi- ridad de Dios hácia nosotros, en
l ium su um Unigenitum misit que Pios envió -al mundo a s uHi-
Deus in mundum, ut vivamus
jo Uni génito, pa ra que v-ivamos
per eum.
por él.
10
ln hoc est charitas: non
ro En esto consiste la cari-
quasi nos dilexerimus Deum,
dad: no porque nosotros hayamos
sed quoniam ipse prior dilexit
amado a Dios ', mas porque él
nos , et misit Filium suum pro-
nos amó primero a nosotros,
y
pitiationem pro peccatis no-'
envió su Hijo en propiciacion por
.stris.
nuestros pecados.
11
Charissimi , si sic Deus
1
r Carísimos , si Dios nos
dilex it nos; et nos debe mus al-
amó de esta manera ; cambien
t erutr um diligere.
debemos amarnos unos a otros.
12
D eum • nema vidit um-
12
Ninguno vió jamas a
quam. Si diligamus invicem,
Dios •. Si nos amáremos unos a
D eus in nobis manet , et cha ri-
otros, Dios está en nosotros,
y
su
t as eius in nobis
perfeé!;.~
est.
1
•
1
caridad es perfeéta en nosotros.
13 In hoc cognoscidms quo-
r~,
En esto conocemos que
nian1 in eo manemos ; et ipse
estamos en
él,
y
e~
en nosotros:
in nobi
'x-
quoniam de Spiritu
en que nos ha dado de su Espíri-
suo dedit
.,_, .
tu •.
14 Et nos vidimus et testi-
14 Y nosqtros lo vimos
4
y
ficamu r , quoniam P ater misit
d amos testimonio, que el Padre
Filium su um Salvatorem mun- envió su Hijo el Salvador del
di.
mundo.
15
Quisquis confessus fuerit
rs
Qualquiera que confesa-
~~
d o no amo a mi hermano... ¿Acaso
u~e
c.astambien contra Dios qualldo pecas
contra c.tridad?
S. Auc.
in lumc locwn.
• No solo no fuimos los primeros en
:1mar a Dios ,
sino ~1e
por el
conrr~rio lo hc:mos o!Ondi •· .... ·.!"Citado eonrra
nosorro$ con much:ts inJ ·
,ri.as~-
agravios;
y
esw no obstanre nos am6 pn
1
ro p;ua
<)Ut::
le
am:í.senlOs
despues ,
porque
no
po–
Ji.nnos amu le
de
otra suerte. ¿Pero cómo
no~
amó ? enviándonos su Unigénito Hijo
p :u·a que: se
ofi·ecicse en sacrificio por
nnes~
nos pec.\dos ,
y
aplacase con él
al
Padre,
como lo enseña
el
Apóstol.
1.
Timotk
1.
1
5.
Y en vista de esto, ¿qué excusa podremos
:a~egar ~¡
no :unamos a nuestro próximo,
V1cndo que Dios le
ha
amado sin medida?
R
Iomm.
I I I.
16.
'2
Como si d ixera: siendo D ios invi–
sible , no le podemos amar perfeél:amenre
en esta vida ;
ma~
podemos suplirlo en
cierra manera amando por sn amor
a
nues–
tros hermanos.
loA~N.
1.
18. V I. 16.
3
Porque este mismo espíritU nos da
. ..
testimonio ¡j¡lll'que somos hijos
de
Dios,
y
pertenecemos
a
él.
R oman.
v I I I.
1
o.
V
se el Cap.
ni.
24.
Y
porque nos ha-
. anicipantes de sns dones
y
de sus
gracia~.
Y
por estas señales conocemos
que
Dios permanece en nosotros.
4
P ara confundir a los Hereges
que
niegan
la
Encarnacion de J esu Christo se
cita a sí mismo,
y
a los onos Apósrolcs
y
discípulos del Señor como testigos ocula–
res de un hecho tan grande.
¡,
I.Timotll. I.
1.6.