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CAPITULO 111.
~"
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9
tum est iniquitas.
.
5
Et scitis quía ille appa–
tuit ut peccata nostra tolleret •:
et peccatum in eo non est.
6 Omnis qui in eo manet,
non peccat : et omnis qui pec–
cat, non vidit eum, nec cogno–
vit eum.
7 Filioli , nemo vos sedu–
cat. Qui facit
iu~titiam
, iustus
est: sicut et
U
le iustus est.
8 Qui • facit peccatum , ex
diabolo est : quoniam ab initio
diabolus peccat. In hoc apparuit
Filius Dei , ut dissolvae opera
diaboli.
9 Omnis qui natus est ex
Deo , peccatum non facit: quo-'·
niam semen jpsius in eo I'Aanet,
et non poteSl' peccare , quoniam
ex Deo oatus est.
que ef pecado es injusticia.
J«.
5
Y sabeis que él
apa~i!cd'>
pa–
ra quitar nuestros pecados: 'y no
hay pecado en él.
6 Todo aquel que per¡nane–
ce en él , no peca : y todo el
que peca, no le ha visto , ni le
ha conocido. .
- 7 'Hijitos, no os engañe nin–
guno ' . El que hac!' justicia, justo
·es : así como él cambien es justo.
8 El que comete pecado·, es
del diablo
2
:
porque el diablo des–
de el principio peca ' · Para·esto
a pareció el Hijo de Dios , para
deshacer las obras del diablo.
Dios.
·
1
o In hoc manifesti
9 Todo aquel que es nacido
de
D~,
no hace pecado
4 :
por–
que su simiente está en él,,
y
no
puede pecar, po2que es acido de
sunt
ñ-
~
10
En esto s
nacidos los
ra.
quitar
y
llevar .robre
.rt
nuestros peca–
dos,
siendo él por su naturaleza impeca–
ble. Luego el que peca , léjos de santifi–
carse
y
parecerse a
él ,
pretende hacer lo
comr:uio de lo que Jesu Christo se pro–
puso quando vino al mundo , e intenra
,.. con stls pecados cargar mas
y
mas a Jesu
Christo ,
y
ed1ar
por tierra el mysterio
de la Encarnacion , resistiendo al Divino
Redentor , cuyo designio fué destruir
el
pecado. De todo
i<u
qua! se infiere , que
el que no peca, perm:mcce en Jesu Chris–
to ;
y
por el contrario ,
1.
e el que peca,
no conoce a
J
esu Christo
un conoci–
miento cfcétivo ,
y
con la luz d una fe
viva que obra por caridad.
• Pretendic[\,do persuadiros , q
son 'ncccs:uias las buenas obras para sal–
' 'arse,
y
que basta para esto la fe ; por–
que yo os hago saber , que es justo sola–
Jllcmc aqud
que cree
y
C]UC
obra. Este
i mita a Jesu Christo en la justicia. La par–
t Ktda
tomo
,
solo denota semejanza. S.
T uoM.
in Epist. J. ad Coiilzt!J. Cap.
~III.
~
Js.-,i.
C.T TI.
9•
I.Pelr.
II.
::l'l.
Tom. ll.
2
Porque signe las sugestiones , la
doélrina
y
el espíritu del demonio.
3
El
demonio fué el pritnero que
pe–
có ,
y
el que tentó al primer hombre pa–
ra que pecase ;
y
todos los
di~s
nos tien–
ta para lo mismo.
Y
ell-'" de Dios vino
alJllUildo para destruir las obras
del
dia–
blo , como son
la
injusticia , la mentira
y
el pecado.
4
Ni
peca , ni puede pecar miéntras
conserve la gracia del nuevo nacimiento
l}ue ha recib'
~ ~
Dios ,
y
miéntras la
cariitad
~--
·''
a simiente de
Dios
der–
ramad~·
su corazon , habite en él.
SAN
GnR6
YMO
Lib. r
I.
coutr. l tnJin.
El
pe–
cado de que se habla en este lug.u , es
el
pecado mortal. No peca , ni puede pecar,
o perseverar ñnalmenre en el pecado, si es
predestinado.
S.FuLGBNT.
dejid. ad
Rom.
Cap.
:x
:r
x
I.
Pero de aquí no se infiere
que sea impecable , como definió el
Cou–
cil.
Trideut.
Sess.
V I.
Can.
.x~
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I
¡,Y
ex–
presamente enseiia S.
THOMAS
r.
Part.
Qruust.
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Jomm.
VIII.
44•
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