CAPITULO
U.
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net in vobis , et vicistis mali–
gn um.
rs
Nolite dili gere mundum,
neque ca '1 uae in mundo sunr.
Si quis diligi t mundum , non
est charitas Patris in eo :
16
Quoniam omne quod est
in mundo, concupiscentia car–
nis est
ce
concupiscencia ocu–
lorum et superbia vitae: quae
non est ex Patre, sed ex mun–
do est.
17
Et mundus transit et
concupiscencia eius. Qui autem
facit voluntatern D ei, manet
in
aeternum.
18
Filioli , novissima hora
est : et sicut audistis quia An-
i.
ti-Christus venir , et nunc
nti- ·
Christi mu l::l' faéti sunt : unde
scimus
_quia novissima
hora
es
t.
1
El
e~pírltu
y
bs
mhtmas
de
los
hombres domin:tdos de la concupiscen–
cia ,
y
enemigos de
la
doéhina de
J
esu
Chrisro cxpucst:l en el santo E vangelio.
.,
Los f,dsos bienes , a los que los
mundanos aplican su corazon.
3
Est:t es una demostracion de aque–
llas p:1labras: Si alguno ama al mundo ,
el
amor del Padre no está en
él.
Lo que ha
y
en el mundo, dice csre admirable Após–
tol , o
rs
concupiscr~,.ür
de
/d
cnrne ,
es–
to es
,
amor desordenado
a
todo Jo que
puede lisongear los semi
· o
concupis–
ceuri.-, de
fru
ojos ,
esto es ,
amor del
resplandor de
l.1s
riquezas,
y
una
'osi–
dad sin medida qlle rodo lo qulere ,.
cmcndcr : u
orgl.f..llo dr la vida
,
esto es,
::~mo'r
de los honores , de la elevacion
y
de bs alab:mzas. Todo csro no proviene
del l'Jdrc, sino del mundo. Luego el que
ama al mundo , no amJ ni puede amar al
P .1drc. El que ama las cosas del mundo
mas que a ·Dios, es
$Cmeja!lfc
a una espo–
sa intid , que hace
m:~yor
aprecio de un
anillo que le dió el esposo , que del mis-
de Dios permanece eh vosotros,
y
habeis vencido al maligno.
l
S No qucrais ama r al mun–
do ', !'i las cosas que hay en el
mundo~.
Si alguno
a~rna
el mundo,
la ca ridad del Padre no está en él :
16
Porque todo lo que hay en
el
mundo ,
e~
concupiscencia de
la ca rne y concupiscencia de Jos
ojos y soberbia de la vida : la.
qua! no es del Padre, sino que
es del mundo ' ·
17 Y
el mundo se pasa
y
su
concupiscencia. Mas el que hace
la voluntad de Dios, permanece
para siempre,
18
Hijitos , ya es la úl tima
hora
•;..y
como habeis oído que el
Ante- Christo viene , así ahora
mu'chosse han
hec~o
An e Chris–
tos : de donde conoce s que
es
.. la última hora.
rno esposo. Dios nos puso en las manos
todas IJS cosas de esrc munqo como pren–
das de su amor; mas por
esro
mismo quie–
re que
le
.1memos.
Y
as_í si ponemos nnes·
tro corazon en esras cos.1s
,
y
lo ..pana–
mas del Criador
,
este at r es amor de
utl!]esposa inliel.
4
l)or est.!S palabras parece dar a en–
tender que estaba cerca
el
fin
de los si–
glos
,
y
que
d
Anre-Christo no estaba
muy distante, pu
o
que' habia
ya en
el
J=itunqp
tJnto
;
es que son precurso-
res su_ro
a·· es , porque
com:~.ba
por
nadJ e
i
·mpo que dcbia pasar hasta la
scgonda venida de Christo. Algunos
1n–
rérpretcs que creen haber sido escrita es–
ta Carta :ímcs de la ruÍn:l. de Jcrusalem,
dicen que en dichas pal.lbras se insinua
esta, representncLt r:u'nbicn en otros luga–
res de la
E~critura
baxo
la
idea del
fin
del
mundo
¡
porque era una figura o como re·
trato de lo que debe suceder cnt6nces.
Tambie~
se indica la brevedad de
l:l
vida,
y
la proximidad del juicio que se hace de
cada uno en su fin o quaudc muere; -