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CAPITULO

U.

685

net in vobis , et vicistis mali–

gn um.

rs

Nolite dili gere mundum,

neque ca '1 uae in mundo sunr.

Si quis diligi t mundum , non

est charitas Patris in eo :

16

Quoniam omne quod est

in mundo, concupiscentia car–

nis est

ce

concupiscencia ocu–

lorum et superbia vitae: quae

non est ex Patre, sed ex mun–

do est.

17

Et mundus transit et

concupiscencia eius. Qui autem

facit voluntatern D ei, manet

in

aeternum.

18

Filioli , novissima hora

est : et sicut audistis quia An-

i.

ti-Christus venir , et nunc

nti- ·

Christi mu l::l' faéti sunt : unde

scimus

_quia novissima

hora

es

t.

1

El

e~pírltu

y

bs

mhtmas

de

los

hombres domin:tdos de la concupiscen–

cia ,

y

enemigos de

la

doéhina de

J

esu

Chrisro cxpucst:l en el santo E vangelio.

.,

Los f,dsos bienes , a los que los

mundanos aplican su corazon.

3

Est:t es una demostracion de aque–

llas p:1labras: Si alguno ama al mundo ,

el

amor del Padre no está en

él.

Lo que ha

y

en el mundo, dice csre admirable Após–

tol , o

rs

concupiscr~,.ür

de

/d

cnrne ,

es–

to es

,

amor desordenado

a

todo Jo que

puede lisongear los semi

· o

concupis–

ceuri.-, de

fru

ojos ,

esto es ,

amor del

resplandor de

l.1s

riquezas,

y

una

'osi–

dad sin medida qlle rodo lo qulere ,.

cmcndcr : u

orgl.f..llo dr la vida

,

esto es,

::~mo'r

de los honores , de la elevacion

y

de bs alab:mzas. Todo csro no proviene

del l'Jdrc, sino del mundo. Luego el que

ama al mundo , no amJ ni puede amar al

P .1drc. El que ama las cosas del mundo

mas que a ·Dios, es

$Cmeja!lfc

a una espo–

sa intid , que hace

m:~yor

aprecio de un

anillo que le dió el esposo , que del mis-

de Dios permanece eh vosotros,

y

habeis vencido al maligno.

l

S No qucrais ama r al mun–

do ', !'i las cosas que hay en el

mundo~.

Si alguno

a~rna

el mundo,

la ca ridad del Padre no está en él :

16

Porque todo lo que hay en

el

mundo ,

e~

concupiscencia de

la ca rne y concupiscencia de Jos

ojos y soberbia de la vida : la.

qua! no es del Padre, sino que

es del mundo ' ·

17 Y

el mundo se pasa

y

su

concupiscencia. Mas el que hace

la voluntad de Dios, permanece

para siempre,

18

Hijitos , ya es la úl tima

hora

•;..y

como habeis oído que el

Ante- Christo viene , así ahora

mu'chosse han

hec~o

An e Chris–

tos : de donde conoce s que

es

.. la última hora.

rno esposo. Dios nos puso en las manos

todas IJS cosas de esrc munqo como pren–

das de su amor; mas por

esro

mismo quie–

re que

le

.1memos.

Y

as_í si ponemos nnes·

tro corazon en esras cos.1s

,

y

lo ..pana–

mas del Criador

,

este at r es amor de

utl!]esposa inliel.

4

l)or est.!S palabras parece dar a en–

tender que estaba cerca

el

fin

de los si–

glos

,

y

que

d

Anre-Christo no estaba

muy distante, pu

o

que' habia

ya en

el

J=itunqp

tJnto

;

es que son precurso-

res su_ro

a·· es , porque

com:~.ba

por

nadJ e

i

·mpo que dcbia pasar hasta la

scgonda venida de Christo. Algunos

1n–

rérpretcs que creen haber sido escrita es–

ta Carta :ímcs de la ruÍn:l. de Jcrusalem,

dicen que en dichas pal.lbras se insinua

esta, representncLt r:u'nbicn en otros luga–

res de la

E~critura

baxo

la

idea del

fin

del

mundo

¡

porque era una figura o como re·

trato de lo que debe suceder cnt6nces.

Tambie~

se indica la brevedad de

l:l

vida,

y

la proximidad del juicio que se hace de

cada uno en su fin o quaudc muere; -