(
6go
E PISTOLA I. D E L APOSTOL S. JUAN.
lii Dei , et
filii
diaboli. O mnis
q ui non est iustus , non est ex
D eo , et qui non diligit fratrern
su um:
1
r Quoniam haec est annun–
tiatio , q uam audistis ab initio •,
ut dili gatis alterutrum.
1 2
Non sicut ' C ain , qui
ex mali g no erat, et occidit fra–
trern suum.
¿
Et propter quid
occidit eum ? Quoniam opera
eius maligna erant ; fratris au–
tem eius iusta.
13 Nolite mirari , fratres,
si odit vos mundus.
14 Nos scimus quoniam tran–
slati sumus de morte ad vi–
t aro , quoniam
diligime~
fra–
tres '. Qui non diligit , vrnanet
in morte:
15
()\¡__~:¡.is
qui odit fratrem
suum ,
h~a
est. Et scitis
<
quoniam omnis homicida non
h abet vitam aeternam in semet–
i pso manentem.
16 In • hoc cognovimus cha–
ritatem D ei , q uoniam ille ani-
...
•
E l
quo ama a su
hermano
cuml5ió
la Ley ; porque la carid:td es
el
cumpli–
miento de
la
Ley.
R omau.
x
r r r.
8.
10 .
1;
La envidia que concibió de la vir–
tud de su hermano Abé!
,
viendo que los
sacrificios de este
era~.r¡
dables a
Dio~
y
no los su
y
os ,
éncen~
..,
-·~
su
~ora
zon un odio irreconciliable, qu
~~ arras
TrÓ
a cometer el primer fratricidio 'uc hu–
bo en el mundo , dando muestras de que
no era hijo de Dios , sino del diablo.
3
Y así no exrrañeis que el mundo
por el mismo motivo os aborrezca , no
pudiendo sufrir vuestra virtud.
4
D e la muerte del pecado a la vida
de
la
~racia
; porque
el
amor verdadero_
del proximo es indicio cierto de
la
justi-
a Iomm. z r rr.
34·
61
~v
.
.12.
"
G crnl'S,
IV.
s.·
hijos de Dios ,
y
los l1ijos del dia–
blo. Todo aquel que no es justo,
no es de D ios;
y
el que no ama
a su hermano
~ :
1 1
Po rq ue esta es la doétri–
na, que habeis oído desde el prin–
cipio, que os ameis unos a otros.
1 2
N o así como C aín , que
era del maligno ,
y
mató a su
hermano. ¿Y por qué
lo
mató?
Porque sus obras era n malas;
y
las de su hermano bue–
nas
2
•
13 No extrañeis, hermanos,
si os aborrece el m undo s.
14 Nosotros sabemos que he–
mos sido trasladados de la muer–
te a "la vida" , porque amamos a
los
~rmanos.
El que no ama,
queda en la
rnuert~:
15 Qualquiera que aborrece
a su hermano, es homicidas. Y sa–
beis que
ning~o
homicida tiene
vida ete rna q ue permanezca en sí
m ismo
6 •
16 E n esto hemos conocido
la caridad de Dios, en que p uso él
cia. El amor de Dios es la vida del alma,
y
en este se comprehende el amor
del
próximo ;
y
de aquí se infiere por
el
con–
n ario , que
el
que no
ama
como debe
a
su próximo, no gozo,de
1:1.
vida del alma
que nace del amor de Dios ,
y
por consi–
guicme está
~.rto
par,t Dios.
s
El
q~aborrecc
de corazon a su
herm. o , es y a homicida en su ánimo;
ue la disposicion que tiene inrcrior–
,¡cnrc es
de
quitarle
la
vid :t. S. GsaÓNY'–
.MQ
Epist. x x :xv t . ad Castorin.
6
Porque si Dios mandaba que el ho–
micida fuese cxrerminado de su Pueblo;
mocho ménos podrá tener lugar en la
Ciud:td de los Bienaventurados , en la quo
solo puede caber la inocencia.
e
L evit.
.x r z .
17.
Supra
II.
1
.
d Iomm. .xv.
I j.