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EPISTOLA l. DEL APOSTOL S. JUAN.
CAPIT·ULO 111.
E ncm·ga la caridad fratemal. Muestra el amor que Dios nos ,ha te–
nido: distingue despues los hijos de Dios de los h1jos del diablo :
y
concluJ'e
'COTJ
una exhortacion a la obset·vancia de los Mandamieu–
t os· de Dios.
1
vide~e·
qualem chari-
1
tatem dedit nobis Pater , ut
filii Dei nominemur et si–
mus. Propter hoc mundus
non novit nos; quia non novit
eum.
1
Considerad qual caridad·
nos ha dado el Padre, queriendo
que ·rengamos nombre de hijos de
Dios
y
lo seamos '. Por esto el
mundo no nos conoce a nosotros;
porque no le conoce a él.
2
Charissimi, nunc filii Dei
sumus : et nondum apparuit
quid erimus. Scimus
c:¡¡:~oniam
cum apparuerit ,. similes ei eri–
mus :
q~oniam
videbimus eum
sicuti es
~
.. ,.__
3 Et o
qui habet hanc
e
spem in eo , sanétificat se, sic–
ut et ille Sanétus est.
4
Omnis qui facit peccatum,
et iniquitatem facit : et pecca-
• Dcmue:fra la excelencia
y
los
f.ru–tos de esta filiacion , p:lra que los fkles
hagan cl ,aprecio que merece una honra
tan grande , como
es
l-lamarse ,
y
no so–
lamente llamarse, sino ser en realidad lli–
jos de Dios por
gr~:...,_y
por adopcio9.
P or est:t calidad que
t
''!;
"'~
...
de hibs óe
Dios , no nos conoce el 1un >;_que son
los
mund:u~os
y
los infieles;
~.o
hay
que extrañarlo , ni tampoco que ellos nos
aborrezcan , malcraten
y
persigan ; por–
que lo mismo hicieron con el Hijo de
Dios :
y
por la misma razon que ellos
no
conocen a Dios , tampoco conecen
a
sus
h ijos.
l oANN. xv. 18. 2 1.
, No ha llegado roda,•Ía el tiempo en
que se hará conocer a todos Jos homb;res,
y
particubrmentc a lo$ incrédulos , la ex–
~elcncia
y
grandeza de esta dignidad. Y
quando llegue aql!el
tie~npo
, .sabemos ,
y
2
Carísimos ,ahora somos hi–
jos de Dios:
y
no aparece aun z
': 'lo que habemos de ser. Sabemos–
que
&;~ando
él apareciere, sere–
mos semejantes a
@'.¡
por quanto
nosotros le veremos así comoéi es.•
3 Y
todo aquel que tLene es–
ta esperanza en él
3 ,
se santifica
a sí mismo, asJ como él es Santo.
4
Todo aquel que hace peca–
do, hace tambien injusticia •: por-
verán todos que seremos semejantes al
mismo D ios por la gloria del alma
y
del
cuerpo ; porque le veremos cara
a
cara,
esto es
,
en su misma esencia. Los The6-
logos
llaman
intuitiva
a
esta vision.
Co–
loss.
ITT.
J·
H .
Co,(,utll.
TTI.
18. B EDA.
lo explica de J esu Christo :
serémos se–
mejantes
a~porque
rcsucitarémos co–
mo él resuc1t6 en un cuerpo glorificado.
__y'EI
que tiene
y
alimenta en su cora–
~csta
grande esperanza
,
debe procu–
rar por todos los medios santificar su al–
ma
,
para ser semejante
a
aquel que es
Santo
por esencia , o
la
misma santidad.
-4
Cometer un pecado , es aP.arrarse de
la justicia
y
de la rcltirud qne pide la
Ley
;
porque el pecado es una iniquidad,
o desobediencia
y
transgrcsion de
Ja
Ley;
y
así, en el G riego se llama
Gtro,u.r• ,
Sa–
beis que el Verbo Eterno se encarn6 pa.,.-