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598

EPISTOLA DE S. PABLO A LOS HE13REOS.

2

r

Et Sacerdotem magnum

super domum Dei:

22

Accedamus cum vero

carde in plenitudine fidei , as–

persi corda a consciencia ma–

la , et abluti corpus

<~qua

mun–

da.

23

Teneamus spei nostrae

confessionem indeclinabilem , fi–

d elis enim est qui repromisit,

24

Et consideremus invicem

in provocationem charitatis et

bonorum operum :

25

Non deserentes colleél:io–

nem nostram , sicut consuetu–

dinis est quibusdam , sed

CO!)–

solantes ; et tanto magis quanto

videritis appropinquanrem diem.

26

Voluntarie enim"' • pec–

cantibus nobis post acceptam

notitia~~-veritatis

, iarn non

relinqui~ro

- peccatis ho–

stia:

1

Sobre la Iglesia. La voz

ünrmos

es–

tí.

en el

)~.

1

que rige este

S:~cerdotem,

y

se repite por dar claridad al texro. Lo

que quede rl?rado para otras

\'Cccs

que

lo exige el

scnrido.

'

D e las obras de muerre. Haccll aqu(

alm ion

,1!

agua de la ceniza de la vaca ro–

xa ; con cuya aspcrsion quedaba purifica–

da !.1 inmundtcia legal.

N um. :rix.

3

En el agua

~

Bautismo : no

r~i­

biéndole una segun

~i' ~

sino conser–

vando la pureza de alma

·~

cuerpo que

recibimos en

él. EzBCR. xxxv1.

2~.

'*

La fe

y

la esperanza que'profesamos

en el Bautismo. S.

T HOMAS

L l'8.

r

1 .

s Cad..t uno mire las acciones buenas

de su pr6ximo para imitarlas.

6

Esr:'IS eran unas Juntas o Congrega–

ciones

,

i

GUC

acudi:1,n los fieles. Esras,

Jes dice, son muy útiles para mantener

nna estrecha union de corazones

,

y

con–

firmarlos en

la

fe : cuidado no sea que

a Supra vr.

21

Y

que tenemos un g ran

Sacerdote sobre la casa de Dios ' :

22

Lleguémonos a él con ver–

dadero cora?.on , con fe cumplida,

purificados los cora?.ones de con–

ciencia mala • , y lavados Jos

cuerpos con agua limpia'·

23

Conservemo 'firme la pro·

fesion de nuestra esperan?.a

4 ,

por–

que fiel es el que hi?.O la promesa,

24

Y

considerémonos unos

a

otros

s,

para estimula rnos a cari–

dad y a buenas obras :

25

No abandonando nuest ra·

cong regacion

6 ,

como es costum–

bre de algunos , mas alentándo–

nos; y tanto mas quaoto viereis

que se acerca el dia

1.

26

Porque si pecamos noso–

tros voluntariam te

8

despues

que conocimos la verdad , no res–

ta ya mas sacrificio por los peca–

dos

9:

dex:mdo de freqiientarJas

,

lleguemos por

último a perder la fe por el horrible cri–

men

de

la apo¡tasía ,

y

nos apartemos

de

la

Congregac·

!J.

de los fieles , que es

1a

Iglesia.

S.

Cy

IAN.

Lib. de Unit. E ce/.

1

El juicio último , que comienza en

la muerre de cada urio de nosotros

,

y

al

que por consiguiente nos acercamos co–

mo al término por momentos.

S.

TnoMA!.

1

Si

despucs

efe

haber reconocido

la

verdad de la J\Fiigion Christiana,

y

de

h-t–

berla abrazado ,

l.a

2bandonamos

y

renun–

ciamos a Jesu Christo.

S.

Ave. i11 .Expor.

inchoata Epirt. ad Roni.

Lo que

se aplica

'

rindpalmente

a

los Hebréos com·ertidos

que apost2t.1b:mde la fe dcChristo.EsTIO.

9

Porque

los

Apóstatas , arrojando

de

sí a Jesu Christo , que es Ja soJa vítlima

que podía ex.piar sus pecados , no les que–

da

ya

ningun· medio de poder agJacar

la

Magcstad

y

Justicia

de

D ios.

Pu~

ya

na–

da valen las hostias

y

ofrendas legales,