CAPITULO V ..-
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titít Theodas , dicens se es–
se aliquem , cui conscnsit nu–
merus
virorum
circiter quadrin–
gentorum : qui occisus cst ; et
omnes, qui credebant ei , dis–
sipati sunt et redaéti ad nihi·
lum.
37 Post hunc extitit ludas
Galilaeus in diebus professio–
nis , ct avertit populum post
se : ct ipse periit , et omnes
quotquot consenserunt ei , di–
spersi sunt.
38 Et nunc itaque dicó vo–
bis , discedite ab hominibus
jstis , et sinite illos : quo–
niam si est ex hominibus con–
silium hoc aut opus , dissol-
vetur:
•
39 Si vera ex Deo est , non
poteritis dissolvere illud ' ne
forte et Deo repugnare inve–
niamini. Consetlterunt autem il–
li.
40 Et convocantes Apasto–
los , caesis denuntiaverunt ne
1
Esto es ,
wz gran perroungt
,
y
corresponde alGriego
T.-~.
JosEPH.
Alztiq.
L ib. xv11r. Cap.
1.
hace mcncion de un im–
postor de este nombre ,
y
fué mucrro por
Cuspio :Fado , Gobernador de la Judéa,
el
año quarro de Claudia. Otros mas fun–
dados ponen a
Thcodas~n
el
tiempo de
V aro .1nrcs de la prcdicacion de Jcsu Chris-–
to. V éase
JosEl'H.
Li/1.
X VII.
Cap. zzv.
y
los :alborotos que hubo cntónces.
<t
'MS.
D el descobrimiento.
Este se
1n:mifcst6 en
el
tiempo en que
Cyrino
Gobernador de b Syria hacia el empadro–
namiento de las personas
de
aquella
Pio–
' 'incia,
y
el reconocimiento de sus bie–
ll~S
,
diez ailos despues del censo qqb se
luzo quando naci6
el
Salvador.
S. L u–
CAS 11. 1.
Y
con aquel pretex-to solícit6
J udas al Pueblo a que se sublevase , dán–
dole
a entender
que este censo no tenia
Tom. li.
bo un cierto Thcodas, diciendo,
que él era alguien ' ; y hubo co·
mo unos quatrocientos hombres
que le siguieron : mas despues
matáronle; y quantos en él ere•
yeron , fueron disipados y redu–
cidos a nada.
37 Despues de este se levan–
tó Judas el Galiléo en el tiempo
del empadronamiento • , y arras–
tró tras sí al pueblo : mas él
pe–
reció tambien ,
y
fue ron disper–
sos todos quantos le siguieron.
38 Pues ahora os digo , que
no os metais con esos hombres,
y
que los dexeis : porque si
este consejo o esta obra viene
.de los hombres , se desvane–
cerá:
39 Mas si viene de Dios, no
la pod reis deshacer , porque no
parezca que quereis (j()ntradecir
a Dios ' · Y ellos siguieron su
consejo.
40 Y habiendo llamado a los
Apóstoles , despues de haberlos
ol«l mlra que hacerlos a todos esclavos,
pretendiendo por este medio que le tuvie–
sen por el Libertador de Israél. IosEPH.
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J>udieran haber replicado a Gama–
Jiél los del Syncdrio , que del mismo mo–
do que habian sido disipados por autori–
dad pública los dos Jl:Utidos
de
los excm–
plarcs que cieaba , l'és tocaba tambicn
a
ellos , pues rcnian el poder
y
autoridad
en
sus manos , oponerse
a
que tomase
ctperpo una nueva Rcligion , que miraban
como comraria
a la
de Jos J udíos. Pero
quiso el Señor que hiciese tanta imprcsion
en
su espíritu este discurso, que no tuvie–
ron que replicarle , particularmente quan–
do oyeron una razon incontestable ,
y
de
r:uno peso , como que todos los hombres
juntos no podrian destruir la obra de Dios,
y
que temiesen combatir contra
el
mismo
Dios, oponiéndose a 'us designio,,
E