LOS HECHOS ' DE : LOS ·AIYOSTOLES.
nia ,• Cur tentavlt Satanas cor
tuum mentiri te Spiritui San–
éto , et fraudare de pretio
ag ri?
4 ¿Nonne manens tibi ma–
ncba t , et venundatum
in
tua
era t potestate ? ¿Quare posui–
sti in corde tuo hanc rem?
Non es mentitus hominibus,
sed Deo.
5
Audiens autem Ananias
haec verba , cecidit et expira–
vit. E t faétus cst timo r magnus
super omnes qui audierunt.
6
Su rgentes autem iuvenes
amoverunt eum , et effcrentes
sepelierunt.
7
F aétum est autem quasi.,
horarum trium spatium , et uxor
ipsius nesciens quod faétum fue–
rat, introlvlt.
8
Di x i~
autem ei Petrus: ¿Die
rnihi muJier, si tanti
agrutn
ven–
didisti? At illa dixit: Etiam tan–
ti.
9 Petrus autem ad eam:
¿Quid utique conveni t vobis
tentare Spiritum D omini ? Ec-
..
Ananbs , o preguntado por S. c–
(lro, o de su propio motivo , habi:-t de–
clarado, que
la
ofrenda que poni:t a sus
pies cr.1
el
total dcl\!..dincro·
que
habia
sa–
c:~do
de
!.1
vcnra del CJmp9 .
'l
Siendo
duci1o
de este dinero , como
S. ]>edro le dice poco despucs , hubiera
podido absolutamente guardarlo. Pero a:..a
colp.1blc en lubcrsc quedado con un.t par–
te por :w:rricb ,
y
en pretender no obs–
t:mrc rcnl.!r
dcl.mtc de todos
la
honr:~ v:~:na
de
haberlo ofrecido todo.
C n RYSOSrJ',
3
EJ
sentido
de
esr:ts
p:~:bbr:~:s
es esre:
¿Te se
h:~:
oblig.1do
a que
vendieses
tu
c~mpo ~
o se h.t usado contigo de 01lgun:t
' 1okncm para que cnrrcgases su valor?
¿Te hemos obligado -conrra tu
volwu:~d
:&
por qué tentó Sat:rnás tu corazon
para que mintieses ' tú al
Espí..:
ritu Santo ,
y
defraudases del
precio del campo • ?
4
¿No es verdad que conser–
vándolo quedaba para
tí,
y ven–
dido
lo
tenias en tu poder
'~
¿Por qué pues pqsiste en tu cora'
zon esta cosa? Tú no mentiste a
los
hombres, sino a Dios.
5
Ananías luego que oyó es–
tas palabras .cayó,y espiró •: y
vino un gran temor sobre todos
los que Jo oyeron.
6 Y
levantándose algunos
mancebos
lo
retiraron : y lle–
vándole Jo enterraron.
7 Y
de
ahí
como al cabo de
tres lwras entró tambien su mu–
ger , no sabiendo lo que había
a"caecido.
8
Y
díxole _J?edro : ¿Dime,
muger •
vendist~
por tanto
la
heredad?
Y_
ella dixo :
Sí
por
tanto
s.
- 9
Y
Pedro a ella: ¿Por qué
os habeis concertado para ten–
tar
6
al Espíritu del Señor? He
que sig:ts a Jesu Cbristo, e imites supo–
brcz:t? ¿Cómo pues has podido escuchar
a
Sat:m:ls ,
y
persuadirte que engañarias al
E spíritu Santo
lBn
tu hy pocresía
y
doblez
de corazon?Los }ladres
y
Theólogos
u~an
de este Jugar para probar contra Nl:tce–
donio la
Divinid:~d
del E spíritu Santo.
4
S. Pedro en nada concurrió a la
muerte de Ananbs : solamemc le dió en
rostro con su mentira , avaricia e hypo–
cresía ,
y
Dios
le hizo_
morir , dando con
esto a entender qui nto aborrece
estos
vi–
cios.
5
Esto es , no le hemos Ycndido
en
mas precio que
el
que mi marido puso
:1
vuestros pies.
6
Como si hubieran querido hacer una