CAP-ITULO IV.
quaota ad eos Prindpes Sa–
cerdotum
et
Seniores dixis-
sen
t.
24 Qu i cum audissent, una–
nim.iter Jevaverunt vocem ad
D eum , et dixerunt : Domine,
tu es qui fecisti C aelum et ter–
raro , mare et ornnia quae ln
eis sunt:
25 Qui Spiritu Sanéto per os
patris nostri D avid pueri tui,
dixisti ' : ¿Quare fremuerunt Gen–
tes
et populi meditati sunt ina–
nia?
26 Astiterunt Reges terrae,
et Príncipes convenerunt in
unum adversus Dominum , et
adversus Christum eius.
27 Convenerunt enim. vere
in Civitate ista adversus san–
él:um puerum tuum lesum, quelltl
unxisti , Herodes et Pontius Pi–
latl)s cum Geitlft>us et populis
Israel,
28 F accre quae manus tua
et consiJium tuum decreverunt
fieri.
29 Et nunc, Domine, respice
in minas eorum , et da servís
tuis cum omni fiducia loqui ver–
bum tu um,
30 In
eo
quod manum tuam
extendas ad sa nitates , et signa
et prodigia fie ri pe¡ nomen san–
él:i Filii tui Iesu.
1
Est:ts p:tlabras faltan en el Texto
Griego.
"
Esto fulta en el Texto Griego.
3
MS.
El
que
t:f
o[iest
, como
Pro–
P?cta
1
Sacerdote
y
Rey de rodas las na–
Ciones.
4
~as
diversas T ribus de Israél , que
en
la
Escritura se consideran como dis-
lf.
P salm.
Ir.
1,
Tom. U .
ronles quanto les habían d icho
los Príncipes de los Sacerdotes
y los Ancianos.
24 Y quando lo oyeron , to–
dos unánimes levantaron Ja voz
a Dios , y dixeron : Señor ,
tú
eres el que hiciste el Cielo y la
tierra , la mar y todo lo que hay
en ellos:
25 Que en Espíritu Santo
1
por boca de nuestro padre D avid
tu siervo, dixiste: zPor qué bra–
maron las gentes
y
los pueblos
pensaron cosas vanas?
26 Se levantaron los
Reyes
de la tierra , y los Príncipes se
juntaron en uno contra el Señor,
)'
contra su Christo.
27 Porque verdaderamente
se ligaron a una en esta Ciudad •
contra tu Santo Hijo Jesus, al que
ungiste
3 ,
Herodes
y
Jloncio Pi–
lato con los Gentiles y con los
pueblos de lsraél •,
28 Para hacer lo que tu ma–
no y tu consejo decretaron que
se hiciese
s.
29 Y ahora , Señor , mira a
sus amenazas
6 ,
y
concede a tus
s~rvos
que con toda libertad ha–
blen tu palabra ,
30 Extendiendo tu mano asa–
nar las enfermedades,
y
a que se
hagan maravillas y prodigios en el
nombre de¡ u Sa•to Hijo Jesus.
~tos
Pueblos.
G enes. xxvrr r .
.3·
X L..V I
I I.
4•
s Cumplieron con perversa voluntad
los
Judíos ,
y
exccuraron
la
muerte de
Jcsu Christo , que D ios babia determina–
do 5.ntcs con s:mrísimo consejo.
6
l\1.irad
quin
vanas e inú¡ilcs son
sus
2mcnazas.
D