C A PITULO I X.
simplicitatem , quae opera–
tur per nos gratiarupl aél:io–
n em Deo.
1 2
Quoniam ministerium hu·
ius officii non solurn supplet
ea quae desunt Sanél:_is, sed et–
iam abundar per multas g ratia–
ru m aél:iones in Dominq,
13 Per probationem . mini–
sterii huius , glorificantes Deum
in obedientia confessionis ve–
strae, in Evangelium Christi, et
simplicitate communicationis in
illos et in omnes,
14 Et in ipsorum obsecra–
tione pro vobis , desiderantium
vos propter eminentem gratiam
D ei in vobis.
1
s
Gratias
D~~.]er
Ílle–
narrabili dono
<!tu,
:r
Os crnplcis con corazon sincéro en
todo género de obras de caridad.
2
Lo qua! nos excita
y
mueve a dar
;¡
Dios muy rendidas gracias , por haberos
dado tan buena voluntad.
3
N o solamente es útil
¡~ra
consolar
y
ali"i:tr a los Santos en sus urgencias
y
neccsid.1dcs ;
sino
que hace que los fieles
de Jerusalcm que bs
reciben ,
dén a Dios
multiplicadas
y
rendidas accioncs'de gra-
<;ias.
·
4
El
qua! enc:trga
mucho que se prac–
tiquen estas obras de misericordia con
nuestros pr6ximos. Por lo que la
limosna
!e puede llamar
la
profesion de la Reli–
gion
Cluisti:ma. El CHR
YS6STOMO.
:s
.MS.
E por la .rimple::a de
¡,..,
comu-
1utlld.'.ll
eu·rllo.r , e en
todos. Sinceridad
d~
&oJJmnicncion
,
e¡ lo mismo que
conm-
sinceridad ' , la qua] hace que por
nosotros sean dadas g racias a
Dios •.
12
Porque la administracion–
de esta ofrenda no solamente su–
ple lo que a
los
Santos falta', sino
que abunda tambien en.muchas ac-
7
ciones de gracias al Señor,
13 Por la experiencia de este
servicio, dando gloria a
Dio~
por
la sumision que mostrais al Evan–
gelio de Ch risto
4 ,
y
por la sin–
cer.idad de vuestra comunicacion
con ellos
y
con todos
s
,
14 Y en la oracion que hacen
por vosotros, los quales os aman
de corazon
6
acausadelaerninente
gllllcia de1;)ios que ha
y
envosotros.
1
s
Gracias sean a Dios por
su don inefable
1.
"
1licn~1l
sincerísima, abundantísima.
6
El
PAcNtNO.
Otros :•
D nenn ar–
dienteml!nle
v~tros ,
J'
dr.uau tnzero.r a .su
lado
para disfrutar de
la
amable compañía
de unos
hombres ,
a
quienes
Dios ha ador–
n:tdo de una
tC
J
carié~d
tan grande.
7
TuHOPHVLACTo
y
otros
sienten , que
este don incfJble de que habla aquí el
San...
1:n
Apóstol,
es
el
que
hizo Dios
al
mun-
~lo
, d:índolc a su Unigénito.
Otros con S.
AcusTtN
lo
entienden
del
don
de
la
cari–
dad , que en la realidad es
inefable;
por–
que no
se pueden
explicar con palabras
los frmos
y
bendiciones inestimables que
grangca
al
hombre.
Gon este bellísimo
cpiph9ncma
cierra S. PABLO esta admira–
ble
exhorracion a
la
caridad ;
y
esta sola
''irtud
ChristhHia,
es la
que puede hacer
felices .a los
ho¡nbres
y
a
los
pueblos.