Table of Contents Table of Contents
Previous Page  355 / 838 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 355 / 838 Next Page
Page Background

CAPITULO IV.

345

D ei ; sed in m anifestatione ve–

ritatis commendantes nosmet–

ipsos ad omnem conscientiam

hominum coram D eo.

3

Quod si etiam opertum

est Evangelium nostrum ; in iis

qui pereunt, est opertum:

4

In quibus Deus huius

saeculi excaecavit mentes in–

ndelium ' ut non fulgeat

il–

l is illuminatio Evangelii glo–

¡riae C hristi , qui est imago

Dei.

5

Non enim nosmetipsos

praedicamus , sed Iesum Chri–

stum D ominurn nostrum; nos au–

tem servas vestros per Iesum:

6 Quo niam Deus , qui dixit

d e tenebris lucem

~plendescer~,

.. Para que delante

<\1

D ios puedan

dar testimonio de todo esto.

'1"

Porque oponiendo la malicia de su

cOrazon

y

la

perversidad de sus costum–

bres a las verdades que les anunCÍatnQ$,

no las

conocen ni

las

entienden;

y

así pe–

recen por su culpa , cerrando voluntaria–

mente los ojos a tanta luz.

3

E l demonio , a quien Jesu Christo

1lama

t>l Prfncipe de este mundo.

Así lo

i nterpretan

SAN

CvRrLo , EcuMENIO

y

S. T uoMAs. SAN JuAN

CnRvsósToMo

y

otros Padres refieren el

huius saeculi

a

iu~

jiM/ium

,

y

en este caso el sentido es:

In

']uibus

...

11lt'nUs injidelimn huius

saeculi;

en los quales D ios cegó los

e~tendimien­

tos de los incrédulos de este siglo.

4

Porque el fin del Evangelio es der–

nmar por todo el mundo el nombre

y

el

conocimiento de Jesu Christo.

·

5

T . Gr. i.topá.w ,

:.·nvisible.

E l

Após–

.tol en este lugar mira a J esu Christo prin–

cipalmente como

Ja

imágen exterior de

Dios ,

y

considerado por sus acciones ex–

tCt'iores

y

en un sentido mysrico ; esto es,

por su doélrina , por sus obras , por sus

vinudes , por las quales D ios

lp dá

a co–

Jtocer a los·hombres ;

y

por relacion a e¡..

Tom.li

.

randa la palabra de Dios; mas re–

comendándonos a nosotros mis–

mos a toda conciencia de hombres

delante de Dios • en la manifesta–

cion de la verdad.

3 Y si n uestro Evangelio aun

está encubierto; en aquellos que

:~e

pierden •, está encubierto :

4

En los c;¡uales el Dios de es–

te siglo

3

cegó los entendimien–

tos de los incrédulos , para quo no

les resplandezca la luz del Evan–

gelio de la gloria de Christo • , el

qual es irnágen de D jos

s,

5

Porque no nos predicamos a

nosotros mismos,sino aJesu Chds–

to Señor nuestro

6

;

y

q ue nosotros

SOOJOS

vuestros sier vos por

J

esus:

6

Porq<lle Dios,quedixo que de

las tinieblas

7

resplandecieselaluz,

ta

idea , eldemonio h:tce todo lo

q ue

pue...

de para impedir que los hombres apliquen

su atencion a estos medios ,

y

que crean

en el Evangelio, que es el único camino

p ara Jlcgar

al

verdadero

fin ,

6

Esta

es

la prueba del

-p.

2 .

Por–

que no buscamos nuestra gloria ni nues;–

tro interés en

la

prcdicacion del Evange–

lio , sino la gloria

y

el inrerés de

J

esu

Chrisr~

que predicamos.

Y

por lo que ro–

ca a nosotros, nos consideramos

,

no solo.

como siervos de C hristo , sino tambicn

vuestros ;

y

con esta considcracion nos

creemos obligados a emplearnos

y

dedi–

carnos , aunque sea

a

costa :de nuestra vi–

da, a procurar

p~ todo~los

medios vues.

tra

salud

y

remed1o.

7

Ames nos hallábamos en l:ls tinie–

blas como

t~dos

vosotros : mas así como

.- la crea.cion de las cosas mandó D ios,

que de las mismas tinieblas saliese la luz;

de

la

misma manera ' ha resplandecido

D ios en nuestros corazones , mediante

la

luz de la fe,

y

de los mysterios de J esu

Christo , para

que

por nuestro ministerio

fuesen tambien esclarecidos otros

en

el

conocimiento de

la

gloria

y

de la mages–

rad de

D ios

,

que divinamente

¡_e

deXa

X.'<: