350 EPISTOLA
IJ.
DE
S. PABLO A LOS CORINTHIOS.
12
Non iterum cornrnenda–
mus nos vobis , sed occasionem
damus vobis gloriandi pro no–
bis ; ut habeatis ad eos, qui in
facie gloriantur, et non in cor–
de.
13 Sive enim mente excedí–
mus, Deo :
si
ve sobrii sumus,
e
vobis.
14
Charitas enim Chrisri
urget nos: aestimantes hoc, quo–
nianl si unus pro omnibus mor–
tuus est , ergo orones mortui
sunt:
15
Et pro ornnibus mortuus
est Christus : ut et qui vivunr,
iam non sibi vivant , sed ei qui
pro ipsis mortuus est , et res
r-
rexit.
~
16 Itaque nos ex
ho~
nemi–
n em novimus secundum car-..
nem. Et si cognovirnus secun–
dum
ca~nem
Christurn; sed nunc
iam non novin1us.
.t
Porque tne teneis por vuestro A–
póstol.
2
E n prendas
y
virtudes exteriores,
como de vana cloqi.iencia
y
de Philo–
sophía.
3
Y
no en
la fuerza del espíritu
,
que
•es toda interior.
4
Si nos alabamos con algun exceso,
contando los éxtasis
y
visiones que reci–
bimos de D ios ,._esto es para sostener el
honor del ministerio
;
s~hablamos
de no–
fOrros mismos con moderation , es por
vuestra edificacion
y
por daros ex.emplo.
S. AuousTIN. 1TaE!.
v ¡ r. in Iomm.
20.
s
El
excmplo del grande amor qu
C hristo nos tuvo nos obliga
a
esto.
6
J csu Christo.
7
Concluye aquí
el
Santo Apóstol,
y
t upone que
¡j
J
esu Christo ha muerto,
todos eran muertos por la muerte del
pe–
cado;
y
por consiguiente que todos agra–
decidos a un beneficio tan seóalado , de–
ben mirarse como muertos a sí m.ismos,
12
No nos alabamos de nue–
vo a vosotros, n1as
solamente
os
damos ocasion de gloriaros por
nosotros ' ; para que tengais que
decir a los que se gloría,nen laapa–
riencia
2
,
y
no en el
coraz.on3.
13 Porque si extáticos nos
ena genamos , es para Dios •: y si
somos sóbrios , es para vosotros.
14
Porque el amor de Chris–
to nos estrecha
s
:
considerando
esto, que si upo
6
murió porto–
dos, por consiguiente todos son
muertos
7 :
15 Y
Christo murió por to–
dos: para que los que viven, no
vivan ya para sí, sino para aquel
que murió por ellos
8
,
y
resuci-
tó\
. •
16 Y así nflfoOtros desde hoy
mas no conocemos a ninguno se–
gun la carne
9.
Y si conocimos a
Christo seguki la carne; mas ahora
ya no le conocemos '
0
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8
Vivir para
.sf
es seguir su propia ·
voluntad, ordenarlo todo a sí mismo, a su
interés,
a
su gusto.
Vivir
ptlra
Dio.s
es
renunciarse
a
si mismo , tener por regla
de sus acciones la voluntad
de
D ios
,
y
ordenarlo todo
a
su gloria.
9
De
lo que resulta,
que
eStando obli–
gados a noi.vivir sino para J esu Chrisro,
no debemos mirar ni amar
a
ninguno sino
por
él y en él, sea Judío, Gentil, pobre,
rico , sabio o ignorante :
a
todos Jos abra–
zamos
y
nos los estrechamos con una ca–
ridad comun , como que todos han sidQ
rescatados por su muerte. S.
TnoMAS~
10
Y si en otro tiempo hemos mirado
al
Messías con una complacencia humana,
como que
em
de la N acion de los Judfos,
y
aun hemos abusa"'do de esta prerogati–
va;
al presente
ya
no le miramos
de
este
modo , solamente consideramos en
él la
qualidad d¡;: Hijo de
D ios ,
Y
de
Salvador