CAPITULO IV.
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J
3
l:tabentes autem eumdem
s piricum iiEiei , sicut scriptum
est : • C red id i , propter quod
locutus sum : et nos credimus,
propte r quod et loquimu r:
14
Scieotes quoni am qui sus•
citav it l esum, et nos cum le–
su susci,abit , et constituet vo-
biscum.
.
15
Omnia enim propter vos:
ut gracia abundans , per rnul–
t os in gratia rurn aétione , abun–
det in gloria rn D ei.
16
P ropter quod non defi–
c imus : sed licet is, qui fo ris
est , noste r horno co rrumpatur;
tamen is ., qui intus est ., reno–
vatu r de die in diem.
17
Id enirn quod in prae–
senti est rnome11la neum et
kve
tribulationis nostrae, supra mo–
dum in sublimitate aeternurn
gloriae pondus 0111ratur in no–
bis,
r8 Non contempla ntibus no–
bis quae videntur , sed quae non
videntur. Quae enim videntur,
y
trabaJos ,
y
su vida
inmOrraf imprime
en vosotros sus cfcél-os por la vida espiri–
tual que os comunica su Espíritu.
'
Predicamos con libertad el Evange–
Íio en medio de los mayores peligros, te–
niendo el mismo espíritu ds., fe que Da–
"?id , de quien son estas pal3bras.
11
T . Gr.
-rO~ x.J~,ov ;,crti~ ,
al Señor
J~-
sus.
3
T. Gr.
J",~
i,crt;,
por J
est.IS.4
En su gloria.
s
Los rr,tbajos que padecemos en
el
cxer<.:icio de nuestro ministerio , los so–
corros
y
C<'nsuclos que D ios nos
dá ,
ro–
do
es
par.t.
vucsrr:~.
s.tlud.
6
Y
oto;;Í
sucederá , que la grandeza del
beneficio que se comunicará
a
muchos por
a P s.1lm. czv.
I.
Tom.li.13
Mas teniendo el mismo es–
plri t u de la fe, conforme está es–
crito : Creí, por lo qua! hablé; no–
sotros cambien creemos, y por eso
hablamos ' :
I
4
Sabiendo, que el que resu•
citó a J esus •, nos resucitará
tam~
bien a nosotros con
J
esus ' , y nos
.::alocará coo vosotros •.
15
Pues todoesporvosotross:
p ara que la g racia que abunda por
el hacimiento de gracias d.; mu–
chos
6
,
red unde en gloria de D ios.
16
P or ta nto no desmayamos:
ántes aunque este nuestro hombre,
que está fue ra
7,
se debilite; pero
el que está dentro
8 ,
se renueva.
de dia en día.
:;.
17
P<Prque lo que aquí es pa–
ra nosotros de una tribulacion
momentánea
y
l igera , engend ra.
>en nosotros de un modo muy
maravilioso un peso eterno de
gloria
9 ,
18 No atendiendo nosotros a.
las cosas que se ven , sino a las que
no se ven '
0
•
Porque las cosas que
imcsliito
minfstcrio , teconocido
y
agra–
decido tambien por muchos , redundará
en mayor gloria de nuestro Dios.
1
El
cuerpo consumido de
miscnias
y
trabajos.
8
El espíritu sostenido de la gracia.
9
N os mere¡e una
~loria
,
cuya soli–
dez
y
excelenj:ia es inhoita, eterna e in...
comparable.
Rom. v
1 1
/.
18.
'
0
Y
así no nos lleva
la
atencion esto
e que se
vé
¡
porque todo ello dura un me–
meneo.
N
uesrros deseos y nuestras espe–
ranzas aspiran solamente a aquellos
bie–
nes que no se
ven
ahora sino por lo§
ojos de la fe , porque son sublimes ,
y
nunca se han de acabar.
S.
GREGOR..
:M.aoN.
H omil.
~VII.
in
Evang.
Xx:l