CAPITULO XV.
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36
Insipiens , tu quod semi-
36
Necio
1 ,
lo que tú siem-
nas non vivificatur, nisi prius
bras no se
vivi~ca,
si ántes no
moriatur.
muere.
37
Et quod seminas , non
37 Y
quando siembras , no
corpus quod futu rum est semi- siembras el
~uerpo
que ha de ser,
nas , sed nudum granum, ut puta, sino el grano desnudo, así como
tritici aut alicuius ceterorum.
de trigo o de .alguno de los otros.
38
Deus autem dat illi cor- '
38
Mas Dios le dá el cuerpo
pus sicut vult ; et unicuique se- como quiere;
y
a cada una de las
rninum proprium corpus.
semillas su propio cuerpo •.
39
No11 omnis caro, ea-
39
No toda carnees un¡¡ mis-
dem caro : sed alia quidem ho- ma carne: mas una ciertamente es
minum , alía vero pecorum,
la de los hombres, otra la de las
alía volucrum , alía autem pi- bestias, otra la de las aves,
y
otra
scium.
la de los peces •.
,
40
Et corpora caelestia, et
40 Y
cuerpos hay celestiales,
corpora terrestria : sed alía qui-
y
cuerpos terrestres: mas una
es
dem caelestium gloria , alia au-
!~gloria
de los celestiales,
y
otra
tem terrestrium.
•
la de los'l:errestres.
41
Alía ciaritas Solis , alía
41
U
na es la claridad del Sol,
claritas Lunae, et alia ciaritas • otra la claridad de la Luna,
y
otra
stellarum. Stella enim a stella
la claridad de las estrellaj.
Y
aun
differt in
claritate~
hay diferencia de estrella a estre–
42
Sic et resurreétio mor.
tuorum. Seminatur in corru–
ptione , surget ín incorrupüo–
ne.
lla en la claridad:
42-
Así tambien la resurrec–
cion de los muertos. Lo que se
siembra en corrupción, resucita-'
rá • en incorrupcion.
~
lo
mismo satisface
el
Ap6stol aestasegun..
da objecion , diciendo , que el cuerpo no
s-erá
el
mismo que ahora en quanto a sus
afecciones ; porque lo corruptible de él se
cambiará en incorruptible , sin que esto
impida que sea el mismo cutrpo en quan–
to a la substancia , lo que confirma con
tlna comparacion tomada de la naturaleza.
1
Insensato
y
loco que eres con taJes
discursos
¡
(pues no quieres conceder aJ
poder
de
Dios lo que todos los dias estás
viendo obrarse por
la
naturaleza
? El
CnRYS6sTOMO.
. '
Un. cuerpo conveniente
a
su pro–
p•l espcc1e.
3
Si Dios
ha
dado propiedades dife–
rentes
a
las camcs de los·anunalcs , segun
lJ
diversidad de sus especies : si
ha
puesto
difc:rcnres perfecciones
en los
c.at:rpos
ce-
lestiates qoe en los de la tierra
,
segun la
diversidad de su situacion :
y
si
entre
los
mismos celestiales
ha
puesto diferen-o
cia
de luz
y
resplandor
a
proporcion do
su
grandeza ,
y
del lugar que ocupan;
¿acaso no puede dar diferentes atributos
~~ cuerpo
del ho!Jlbre se1;un losdiversos
cs..
tados en que se halle?
Y
si esta di"crsidad
no hace que la carne de los animales dexe
de ser verdadera carne,
y
que los cuerpos
~animados
, celestes
y
terrestres dexcn de
ser verdaderos cuerpos; ¿por qué los nues–
u os han de dexar de ser verdaderos cuer–
pos, aunquedespues de resucitados tengan
diversls dotes que quando vivieron
?
y
si
Dios pudo hacer aquello , ¿por
qué no
esto?
S.
TnoMAS
Ldl.
v1..
,
•
T. Gr.
lJtiptTCf4 ,
.re levanta
:
y
lo
mismo en los versos siguientes
: ,
.r-it;n-