CAPITULO XV.
imaginero terreni , portemus et
imaginero caelestis.
50
Hoc autem dico, fratres:
qu ía caro et sanguis Regnum Dei
possidere non possunt : neque
corruptio incorruptelam possi–
debit.
51
E cce Mysterium vobis
dico : Omnes quidem resurge–
mus , sed non omnes immutabi-
mur.
52
In momento, in iél:u ocu–
li ,
in novissi ma tuba : canet
enim tuba , et mortui resurgent
iocorrupti : et nos immutabi-
mur.
. 53
Oportet enim corrupti–
bile hoc induere
incorruption~m.:
e t mortale hoc i""duere immor–
t alitatem.
54
Cum autem mortale hoc
i nduerit immortalltatem , tune
net sermo qui scriptus est •:
Absorpta est mors in viéto–
ria.
mos la imágen del terreno , lle–
vemos ' tambien la irnágen del
celestial.
so
Mas digo esto , he'rmanos:
Que la carne y sangre no pue–
den poseer el Reyno de Dios:
ni la corru pcion poseerá • la in–
' corruptibilidad.
51 HeaquÍ\)SdigounMyste–
rio: Todos ciertamente resucita–
rémos
3 ,
mas no todos seremos
mudados.
52
En un momento , en un
abrir de ojo, en la final trompeta:
pues la trompeta sonará, y. los
muertos resucitarán incorrupti–
bles:y nosotros seremos mudados4.
"" 53
Porque es necesario que
esto corf uptible
s
se vista de in–
corruptibilidad : y esto que es
, mo rtal se vista de inmortalidad.
54 Y
quando esto
1
que es
mortal, fuere revestido de inmor–
talidad, entónces se cumplirá la
palabra que está escrita: Tragada
ha sido la muerte en la viél:oria •.
~
r
T . Gr.
t~.,~~O
"ttp.tv,
hemos llevado.
2
T . Gr.
AAtl?j~o-"'i,
hereda.
E l alma
Íio puede entrar en el Reyno de D ios , si
no está libre de rodas las pasiones
y
afee–
los carnales ; ni el cuerpo gozar de la vida
eterna
y
gloriosa, si no es despojado de lo
que tiene ahora de grosero
y
corruptible.
J
La resurreccion será universal ; mas
la resurrcccion gloriosa no será sino para
]os escogidos. El T. Gr. .,...,h1u ¡.¿'tr
~
>'.Ol,w-–
<3-~~ro¡.w.:t« ,
?r4r1u
J''t
.iM,,.)ti.,.Ó~M-3-d;
,
todos
ciertamente
110
dormiremos , ·mas todos
se~
remos mudados.
Esto parece cOntrario a
la
V ulg'ara ; pero el sentido
es
:
No todos
dormir~mos
o moriremos ;
esto es , habrá
Jnucbos a quienes el último día cogerá vi–
vos todavia ; y aunque morirán , durará
101StO tan poco que apénas se podrá llamar
muerte ; pero todos pasarémos del estado
de
la
corrupcion al de
la
incorruptibilidad.
o Osec :xJJ/,
14.
Hcbraeor.
JI.
14.
.Esro no obsranre , la leccion de la
V
ulga·
ta es conforme en todo a lo que se halla.
en varios manuscritos y Padres Griegos,
y
singularmente en la cxposicion de
S.
CY–
R ILO.
Y
así no parece
que
pueda inter–
pretarse que algunos quedarán exceptua–
dos de esta ley 9eneral de morir , de
la
qua! no lo quedo
ni
aun
el
mismo Jesu
Christo.
S.
GER9NYMO~pist.
ad M inerv.
"'
Mas nosotros que por la misericor–
dia de D ios creemos ser del númoro de
sus escogidos , pasarémos del estado
de
4tnortalidad
y
de miseria ,
al de
felicidad
y
gloria inmortal.
s
MS.
Ca este cuerpo corrompedero.
6
T.
Gr.
~TetA'
t't.
TO
9-3-Q.pTílr TiiTO
étN–
a'tiT"'
«q¡.s-"~""icuo
'·
quando
esto que
es cor–
ruptible
se
vistuse de inmt»"talidad .
Es–
tas palabras no se Icen en la V ulgata.
7
T. Gr. tlr rí'xor,
para vil/()Tia.
El