CAPITULO XV.
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nium diximus adversus Deum,
quod suscitaverit Christuq¡; quem
non suscitavit , si mortui non
resurgunt.
16 N am si mortui non re–
surgunt , neque Christus resur–
r exi t.
17 Quod si Christus non re–
surrexit, vana est :fides vestra,
adhuc enim estis in peccatis ve–
s tris.
1
8 Ergo et qui dormierunt
in Christo , perierunt.
19 Si in hac vita tantum in
Christo sperantes sumus , mise–
rabiliores sumus omnibus homi–
nibus.
20
Nunc autem Christus re–
surrexit a mortuis primitiae dnr–
m ienclum :
2 1
Quoniam • quidem per
hominem mors , et per ho–
minem r es ur reétlo mortuo–
nm.
fla hecho ; esto es , que ha resucitado a
C hrisro
,
no habiéndole resucitado : que
es
la mayor injuria que se le puede hacer.
1
Porque la raiz ,
y
el fundamento de
1a
justicia
del
pecador es la fe ;
y
el prin–
cipal objeto de
la
fe es la Resurreccion de
J esu Christo.
E J ha resucitado
,
dice en
otro lugar ,
R om. rv.
2
5.
para mte.stra
Justificacion
:
Y así si Jcsu Christo no ha
resucitado , nos hallamos
3\al
cautivos en
los lazos del pecado.
T n EoDORETO.
2
Y de la misma manera habrán pe–
recido sin remedio todos aquellos que
murieron por la fe 'de Jesu Clu isto, como
los AHnyres , o que despues de haber vi–
vido piadosamente , tuvieron una muerte
1)rcciosa en los ojos del Señor. Todo lo
qual es un absurdo. Esto supone , que
Jos que negaban la resurreccion de los
muertos , negaban cambien la inmorta–
lidad del alma , como lo5 Saducéo,.
11
Colos.s. r.
18.
Tom. II.
porque dimos testimonio contra
Dios diciendo , que resucitó a
Christo ; al qua! no resucitó, si
Jos muertos no resucitan.
16 Porque si los
mt~ertos
no
resucitan , tampoco Christo re–
sucitó.
17 Y si Christo no resu–
citó , vana es vuestra fé ; por–
que aun estais en vuestros peca-
dos •.
•
18 . Luegotambienlosquedur–
mieron en Christo,han perecido •.
19 Si en esta
vida
tan sola–
mente esperamos en Christo, mas
desdichados somos que todos los
hombres •.
•ii!O
Mas ahora Christo resuci–
t ó de e nt're los muertos, primi–
cias de los que duermen
4 :
2
r Porque como la muerte fué
por un hombre , cambien, por un
hombre
5
la resurreccion de los
muertos.
MATTR.
xxn .
32 .
lo que es menester
te–
ner presente para la inteligencia del verso
siguiente.
·
3
Sino esperamos de Christo otros
bienes' que los de esta vida por recom–
pensa de nuestros servicios , somos los
hombres mas infelices de todo el mun–
do ; puesto que despues de tantas penas
y
aflicciones , como son las que pasamos en
la
vida presente , no
Il'l5
queda ninguna
esperanza de ser'itrecompcnsados despues
deJa muerte. S.TBO?oL
P .IJI. Q.Ltrr. A .r.
4
Siendo el primero de todos los jus–
tos que ha rcsucirado a una vida gloriosa
e'inmortal. T. Gr.
i)'ÍftTo ,
fui /¡ec/Jo ,
y
como tal
fué
la sanrificacion de toda la
masa ,
y
la prenda de la resurreccion ge–
neral.
T REODORETO.
s El primer
Adam
comuoic6 la muer–
te por su pecado a sus descendientes. El
segundo
Ada
m que es
J
esu
Ch~isro
, co-
Ss