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EPISTOLA
l .
DE S. PABLO A LOS CORJNTHIOS.
r r Veruntamen neque vi r si–
ne muliere , neque mulier sine
viro in D omino.
1 2
Nam sicut mulier de vi–
ro , ita et vir per mulierem: om–
nia autem ex D eo.
13
Vos ipsi iudicate: ¿De–
cet mulierem non velatam ora–
re Deum?
14 N ec ipsa natura docet vos,
quod vir quidem si comam nu–
triat , ignominia est illi:
15 Mulier vero si comam
nutriat , gloria est illi : quo–
niam capilli pro velamine ei da-
ti sunt.
~
16 Si quis autem viaetur con–
tentiosus esse , nos talem con–
suetudinem non habemus , ne–
que Ecclesia D ei.
'
17 'f:Ioc autem praecipio :
non laudans , quod non
~n
me-
bien son Jlamados Angeles por la pureza
y
santidad de su ministerio.
1
Para quitar al hombre todo
moti\'O
de ensobcrbecerse ,
y
de despreciar a la
mugcr por razon
de
la superiorid:ffl que
tiene sobre
elb ;
templa aquí lo que ba–
bia dicho a favor de aquel , añ2dicndo,
que segun el 6rdcn puesto por Dios, tie–
ne necesidad el hombre deJa muger, co–
mo la muger del
~1ombre
, habiendo sido
._-¡no
y
otro
criad~~
por J?ios , el qual
qui~
so, que así como la primera mugcr
fué
formada del hombre , de
la
misma mane–
ra en las generaciones
succcsivaS
fuese
producido el hombre por medio de
la
mb–
ger. S.
THOMAs
L eEt.
r I r.
2
En
el principio.
3
Ahora.
+
El hombre
y
la mugcr proceden de
D ios, que es el soberano principio de to–
das las cosas.
s
Así
llama la opinion admitida en–
t6nces por todas las Naciones cultas , que
tcnian por una afemin:1cion impropia de
11
Mas ni el va ron sin la mu–
ger , ni la muger sin el varon en
el Señor ' .
1 2
Porque como la muger
fu é hecha del varon ', así tambien
el va ron ' por la muger: masto–
das las cosas • de Dios.
13
Juzgad vosotros mismos:
¿Es decente que una ·muger haga
oracion a Dios no teniendo velo?
14 Que ni la misma naturale–
za os enseñas, 'que le seria ignomi–
nioso al varon el criar cabellera:
15 Mas al contrario le es de–
coroso a la muger criar cabelle–
ra
6
;
porque los cabellos le han
sido dados en lugar de velo
7 •
16 Con todo
~o,
si alguno
pa~~ce
ser cor.tencioso
8
,
noso–
tros no tenemos tal costumbre, ni
la Iglesia de D ios •.
17 Esto , os mando : ma•
no apruebo el que os congre-
los hombres el adorno excesivo del cabe–
llo. Esno. El Gr.
AH
V.tf,
aune
está
con
interrogante, pues es afirmativo.
6
MS.
P.rez es a ella.
7
Siguiendo en esto la disposicion de
Dios
y
de la naturaleza , que se los
han
dado para que le sirvan de velo.
8
MS.
Porfioso.
9
Mas sino obstante todo Jo dicho,
hubiere algue,o entre vosotros que quisie–
re contestar teniendo por débiles nuestras
razones
;
a este tal la única
y
última res–
puesra que
le
damos es , que
ni
entre no–
sarros ni en
b.
Iglesia de Dios hay talcos·
tumbre de que las mugeres estén descu–
biertas en la Iglesia. Lo que hace ver que
la práél:ica universal de la Iglesia , funda–
da en la cosrumbre de los Ap6stoles , es
llUa
regla infalible para responder a todas
l:1s dificultades que se pucd.m proponer en
materia de disciplina. S. AucusT.
Epist.
x xxv r
1.
Puede interpretarse cambien:
N osotro..·no tenemos
tal
costúmbu
dr
COito
tradu ir...