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~14

EPISTOLA

J.

DE S. PABLO A LOS CORINTHIOS.

Et si in vobis iudicabitur mun–

d us , ¿ indigni estis qui de mi–

nimis

iudicetis?

3 ¿ Nescitis quoniam Ange–

l os iudicabimus? ¿quanto magis

saecularia ?

4 Saecularia igitur iudicia

si

habueritis; contemptibiles qui

sunt in Ecclesia , illos consti–

tuite ad iudicandum.

5

Ad verecund iam vestram

dice;>.¿ Sic non est inter vos sa–

p iens qu isqua m , qui possit iu–

dica re ínter fratrem suum?

6 ¿Sed frater cum fratre iudi–

cio contendit : et hoc apud infi–

deles ?

1

l am • quidem omnino

d~liél:um est in vobis , quod íudi–

CÍl!

habetis ínter vos. ¿Quare non

e

ma gis irJiuriam accipitis ? ¿Qua–

r e non 'l'tlagis fraudem patimini ?

8 Sed vos iniuriam facitis,

et fra udatís : et hoc fratri–

bus.

s ¿V osotros que sereis los Juec,F:s del

negocio de

la

mayor importancia , no po–

deis juzgar de

cos2s

caducas

y

ten\'pora–

les? Puede tambien traducirse sin imerro–

gacion de este modo : Y si habeis de juz–

gar al mundo en compañía de J esu C hris–

to, cosa indigna e indecorosa es que

os

citci:; a los Trif:u¡¡ules ,

y

comparezcais

.en juicio por co!.fs de

t a..)

poca monta,

:a

A los "Angeles malos , que serán

juzgados como los otros

réprobos.en

el

juicio final.

S.

C RRYSOST.

H omii.

~vr,

1

El Apósts>l con esto dá a

cnten~

aquí , que ántes de llevar sus causas a los

T ribunales de los infieles , les fuera mejor

que hicieran árbirros de ellas aun a los

pl:tS

despreciables de

la

I glesia, tanto Clé-

rigos como legos.

_

" Antes que acudir

a los

Tribunales

de

los infieles.

Y si vosotros habeis de juzgar el

mu ndo, ¿no sereisdignos de juz–

gar cosas de poqu ísima monta' ?

3. ¿,N o sabeis que juzgarémos

a los Angeles •? pues ¿ quánto

mas las cosas del siglo?-

4 Por tanto si tu viéreis dife–

rencias por cosas del siglo; esta–

bleced ' los que son ménos estima–

dos en la Iglesia para juzga rlas +,

5

Para confusion vuest ra lo

digo. ¿Pues qué no hay entrevo–

sotros algun hombre s sabio que

pueda juzgar entre sus hermanos?

6 ¿Sino que el hermano trae

pleyto con el hermano :

y

esto en

el tribunal de los infieles?

7 D e manera.lilue cierto

hay

y a'Culpa en vosotros en traer pley–

tos unos con o'iros

6 •

¿Por qué no

· sufrís ántes la injuria ?¿ Por qué

no tolerais án.::es el daño?

8 Mas vosotros sois los q

~

injuriais

y

dañais :

y

esto a los

hermanos

7,

s

T .

Gr.

WJ'~

tTr ,

ni uno

solo:

¿Cómo

es esto? ¿en la I glesia de Corimho

en

don–

de hay tantos que

se

precian de sabios

y

de D oétores , no se encuentra un solo

hombre

que

pueda

juzgar

y componer

las

diferencias de sus hermanos?

6

Observan los Padres , que el Após–

t.olllama

aql{_~

cqlpa

el

tener pleyros ; no

porque absolutamente Jo sea

ei

pedir por

via

de justicia

Jo

que a

cada

uno le corres–

ponde ; mas porque ordinariam"'tte los

pley ros van acompañados de

gravísimo~

males

y

pecados , juicios temerarios, frau–

des, maldiciones, rencores ; los Theólogos

con S.THoMAS

L rlf.

TT.

claman altamenrc

contra los litigiosos.

THEOD.

N AT.

A u ;x.

7

Léjos

de

cumplir en esro con

la Ley

del Evangelio

,

dais ocasion a estas

que–

rellas·

y

a

estos pleyros, injuriando

y

cau–

undo daño a

vuestro~

hern1anos.

11

!"fauh. v. 39·

L uc.

vr. 29. R om.

1ti

r.

17.