CAPITULO III.
14
Si cuius opus manserit
quod superaedificavit , mcrcedem
accipict.
15
Si cuius opus arserit, de–
!rimentum patietur : ipse autem
sa lvus erit ; sic tamen quasi per
ignem.
16 ¿Nescitis quia templum
D ei estis , et Spiritus Dei habi–
t at in vobis ?
17 Si quis autem Templum
D ei violaverit , disperdet illum
D eus, Templum enim Dei san–
d uro
est , quod estis vos.
18 N emo se seducat : Si quis
videtur ínter vos sapiens esse in
lloc
saeculo , stultus fíat , ut sit
sapiens.
1
E l sentido de todo
ene
lugar es
el
siguiente : En el juicio de Dios , sea
par~
t icular o sea general
,
sdrá
cdminJ.dala
dofrrina de c-ad3 uno,
y
como puesta a
la
prucb.1 del fuego por un:t justicia ex5c–
ta
y
rigorosa. Toda doél-rina que pueda
rcslstir a la aaivid:td de este fuego voraz,
lo que succdccl si tic.:nc la pureza
y
soli–
dez del fundamento , grangcará al Predi–
c
:tJ.orla recompensa eterna de su trabajo;
snas
1:t
que no tuviere esta purcn
y
soli–
<lcz quedarl reducida a nada. E l Predica–
d or si por otra
pJ.rtC
es irreprehensible,
no pereced con su obra, se salvari
¡
por–
que ba
f.tbri~ado
sobre
el
fundamento
ver~
dadcro
que
es hristo : pero se s2lvad.,
como
:~qud
que pasa por mcJio de las lla–
Jnas de su cas.l quando se csri quemando,
']UC
salv.t su vida ,
m:u
pierde todo lo de-–
mas.
Del
mismo modo este perded rodo
6U
trab.tjo , porque no recibid. rccompcn–
u Jc
Predicador Evangélico, no
emra.ráen el ido , sino dcspucs de h:.bcr expia–
do
por
el
fue~o
del
]>urg:~torio
las faltas
que hl comcudo en el cxcrcicio del mi–
ui:.rcrio de la p.1labr:t. lista doéhina se di–
rige
princip.1lmente
a aquellos
Predic;~do
rc.s , que
cmejamcs
a
los :adúhcros que
no bu.,c;an en sus deUtos
1:a
fecundidad,
aino
omo utisfJ. r
:;¡
:.u sensu;alida.d ,
pr~
f om. ll.
14 Si permaneciere la obra
del que labró encima , recibirá
galardon.
15
Si la obra de alguno se
quemare , será perdida :
y
él se–
rá salvo ; mas así ·como por fue–
go
r.
16 ¿No sabeis que sois tem–
plo de Dios,
y
que el E sp!ritu de
Dios mora en vosotros • ?
17 Si alguno violáre el
Te~plo de Dios
3 ,
Dios le destruirá •.
Porque el templo de Dios
s
,
que
sois vosotros , santo es.
18 N inguno se engañe a sí
mismo : Si alguno entre vosotros
se tiene por sabio en este mundo,
há(¡ase necio, para que sea sabio
6 •
~ican
por vanidad ;
y
llcv-.dos de la
glo–
ria temporal, no se aprovocha-c ..
k:
la
gra–
cia que Dios les ha dado pua cngcodr:u–
hijos espirituales para Dios, sino que abu–
san de ella para hacer una vana ostenta–
cion de su saber.
GRBGOR.
Moral. L ib.
:zv
1.
Cap.
ZS /1 .
V c!'asc a E sTIO.
• Sigue el discurso del
t.
9·
que babia
como interrumpido con una digresion,
que
tiene mucha conexion
y
enlace con
la
materia
de
que vá rr.:a ando. osotros,
dice ,
:~sois
el Templo de D ios , pero de
una
manera mucho mas augusta
y
glorio–
sa
que
lo son los Templos materiales;
pueno que no solo mora Dios en voso–
tros por su
prcsenci:~
adorable , sino ram–
bien su Divino
Espíritu,~ ::lOr
su amor, por
su gncia
y
por t.Aion
müy
estrecha.
' Pen•irtiendo el espíritu
y
el
cora–
zon de los Judíos con doa-rinas erróneas,
o
ron malos exemplos.
Esto
puede
enten~
af rse tambien de aquellos fieles que pro–
f:ul:ln
en sí mismos por el pcc.1do un
templo
,
que· el Espfritu de Dios
h:~.
con–
sagrado con
su
presencia.
4
Sino se ,urepiente
y
hace una siria
pcnitenci:a de su pecado.
s
Como que mora en
il
la
misma san•
ticl;ad.
• Nadie se
dexc sorprender
ni
cnga–
IJ .