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EPISTOLA I, DE S. PABLO A LOS CORINTHIOS.
tus, spiritualibus spiritualia com–
paran tes.
14 Animalis autem ho–
rno non percipit ea quae sunt
Spiritus
Dei
:
stultitia enim
est illi , et non potest intelli–
gere : guia spiritualiter exami–
natur.
r
5
Spiritualis autem iudicat
omnia : et ipse a nemine iudi–
catur.
16 ¿ Quis enim cognovit sen–
sum Domini, qui instruat eum?
Nos autem sensum Christi ha–
bemus.
Que solo se gobierna por las luces
que le d.í b razon narural ,
y
que n! es
ilustr.Jdo del Espíritu de Dios.
,
Se han de
ex~minar
y
entender por
la luz que viene de la fe
y
de la revela;_
eion , sc&!:_m las reglas
y
Jos principios del
E spíriru
~ Dios.
J
Aquel a quien ilustra
y
dirige eJEs–
piritu $,mro , juzga de todo segun la ver–
dad
i
sabe distinguir lo que es bueno
y
lo
que es malo ; esta luz le dá a entender las
grandezas de Dios,
y
amar ardientemente
de espíritu , apropiando lo espi–
ritual a lo espiritual.
14 Mas el hombre animal no
percibe aquellas cosas que son del
Espíritu de Dios ' : porque le son
una locura,
y
no las puede enten–
der: por quanto se juzgan espiri–
tualmente •.
15 Mas el espiritual juzga to–
das las cosas :
y
él no es juzgado
de nadie ' ·
16 Porque ¿quién conoció el
consejo del Señor • , para que le
pueda instruir
s
?
Mas nosotros
sabemos la mente de Christo
6 •
lo que entiende. S.
Auo.r-deVer.R e!. Cap .
zzzr .
Y este es
ju~cio
de discrccion, no
detporcsrad , que compete a la Iglesia.
4
E l
hombre ·ensual no puede cono–
cer los pensamientos , Jos designios , los
decretos de Dios.
La
mente ,
el
.rentido,
el
espfritu ,
la
ill/ptcion.
Todo esro
si~j-
iica
la voz
.rensus.
r
$
Sap. rx.
13. IsAJ.XL.2J.
R
om.XI.'J4·
6
Que nos descubre los mysrcrios mas
profundos. Recibimos
la
ciencia de Chris–
to
para
juzgar.
S. Ta oua.s.
CAP I TULO III.·
e
S iendo aun carnales los Corfntb;os
,
110
podia" percibir los 11¡ysterios
escondidos de la f e. Les declara
,
que J esu Christo es el fundamento
de esta f e
,
y
que este será exdminado por el fuego. L os exhorta por
Último a que desp1'eciando la -vana sabidurla del mundo
,
se abracen.
con la sabrJ igno¡ancia del E vangelio.
"'
I
Et
ego, fratres, ·non o–
t ui vobis loqui quasi spiri tua
t–
bus, sed quasi carnalibus. T aro–
quaro parvulis in Christo
1
Y
yo, hermanos , no os
pud e hablar como a espirituales,
sino como a ca rnales ' . Como a
párvulos en Christo
~
•
A
Jos quales solo se
deben decla–
rar los
m
ysrerios ncces:uios para sal–
\•aue ;
porque
su corazon no
escl
aun
~;~
0
1a Ps~tri~~d~ird~i~~~e:~~d;d:~ t~~f;:
tianas.