26o
EPISTOLA
l .
DE
S. PABLO A LOS CORINTHIOS.
Christum, et hunc crucifixum.
3 Et ego in infirm_itate et
timare et tremore multo fui
apud vos:
4 Et sermo meus, et prae–
dicatio mea
a
non in persuasi–
bilibus humanae sapientiae ver–
bis , sed
in
ostensione spiritus
et virtutis :
5 Ut fides vestra non sit iñ
sapientia hominum, sed in vir–
tute D ei.
6 Sa pientiam autem !aquí–
mur ínter perfeél:os : sapientiam
vero non huius saeculi , neque
Principum huius saeculi, qui de–
struuntur:
7 Sed loquimur Dei sapien–
tiam in mysterio , quae absco11'–
dita est , quam praedestinavit
Deus ante saecula in gloriam ,
nostram,
8 QW!lm nemo Principum
huius saeculi cognovit : si e–
. nim cognovissent , numquam
uo en su Cruz , en sus oprobios , en sus
dolores ,
y
en las enfermedades hwnanas
que padeci6 por nosotros.
'
Los dias que estuve entre vo"tros
fueron para mí dias de angustia
,
de aflic–
cion
y
de contínuos temores , por causa
de las rribulaciones que tuve que sufrir,
de los peligros en que me ví,
y
de las
ase~
chanzas que por todas
panes
me cerca–
bJn.
Ailor.
x vrr~
Il.
e
~
Con milagros , que eran unas prue–
bas evidentes de que el Espíritu
y
po–
der de Dios obraba en mí ,
y
•de
qu~
cr~
el Autor de mis palabras
y
de mi do
trina.
...
3
A los verdaderos Christianos ; no
una f.tlsa sabiduría, c¡uc dene por autores
a los demonios , espíritus de mentira, que
reynan en el mundo despues que enrr6
en él el pecado , cuyo imperio destruy6
a
I I .
P~lr.
r.
16.
aJesu Christo, y este crucificado.
3 Y yo estuve entre vosotros
con pusilanimidad y temor y
mucho temblor ':
4 Y mi conversacion y mi
pred icacion no fué en palabras
persuasivas de humano saber, si–
no en demostracion • de espíritu
y
de virtud:
5 Para que vuestra fe no con–
sistiese en sabiduría de hombres,
sino
en virtud de Dios.
6 Esto nb obstante entre los
perfeél:os ' hablamos sabiduría:
mas no sabiduría de este mundo,
ni de los Prínci pes de este siglo,
que son destruidos :
7 Sino que hablamos sabidu–
ría de Dios en mysterio
4 ,
la que
est~
encubierta , y la que D ios
predestinó ántes de los siglos para
nuestra gloria •,
8 L a que
JW
conoció ningu11.o
de los.Principes de este siglo ' ;
porque si la hubieran conocido
1,
Jesu Christo por la aparente locura de la
predicacion del Evangelio
y
de la Cruz.
4
Que se encierra en
el
mysrcrio de
la
Encarnacion ; o tambicn :
hablnmo.r
mysteriosamente
de esta sabiduría , por
via de señales , de figuras , de enigmas
que solo entienden los verdaderos fieles.
S.
TnoMAs
L dl.
r.
s
Que Dv,>s habia resuelto de roda
eternidad revelar a sus fieles en
el
tiempo
del Mcssías , para conducirnos aJa gloria.
6
_Por Príncipes de este siglo unos en–
tienden a los Philósophos
y
Oradores: otros
con el CHRvs6sTOMO a los Judíos ,
y
a
Herodes
y
Pilato;
y
muchos con
S.
AM–
BROSIO dicen que son Jos demonios.
·
7
Si
los demonios hubieran conocido
ciertamente
el
mysrerio de la Encarna–
cien,
y
el designio que Dios tenia de des–
truir su poder por Ja
muenc
de Jesu Chris..