CAPITULO
J.
2
59
28 Et ignobilia mundi et
contemptibil ia elegit D eus , et ea
quac non sunt , ut ea quae sunt .
destrucret:
29 Ut non glorietur omnis
caro in conspcél:u eius.
30 E x ipso autem vos estis
in C hristo lesu , qui faél:us est
nobis sa piencia a Deo, ct • iu–
stitia et sanél:ificatio et re–
demptio :
3 1 Ut quemadmodum scri–
ptum est ' : Qui gloriatur, in Do–
mino glorietur.
:tbaticndo el orgullo
y ct
fausto de las
personas mas elevadas.
•
Y los que no merecían ser de algu–
n:t considcracion en el mundo ,
fuero~
es–
cogidos para .tbatir
el
f¡lrgullo de los gran·
des
dd
mundo. El
IIRv sÓsTOMO.
P.u.l
que
ni
el
hriniano
atribuya
su vocacion , ni el Prcdjcador
el
buen su-
n
] f'rt!lll.
~XIII.
5•
28 Y las cosas viles y despre–
ciables del mundo escogió
Dio~,
y aqueUas que no son', para des–
tru ir las que son :
29 Para que ningun hombre
se jaél:e delante de él •.
30 Y por el mismo sois
voso–
tros en Jcsu Christo, el qua! nos
ha sido hecho por Dios sabidu ría,
y
justi ficacion
y
sancificacion
y
redencion ' :
3' Para que como está escri<–
to : E l que se gloría, gloríese en
el Señor.
"'
ceso de su ministerio a la ciencia mundana,
al poder o a
l.t
nobleza. S.
THOM.
LeO. rv.
JYJ
De lo dicho hasta aquí dcbcis infe–
rir , que vucscra conversion no se puede
atribuir a un hombre , sino al mismo Dios,
por
cuya virtud
csuis
unidos
e
incorpora–
dos con Jesu
hri~to ,
que es el principio
de nuestra sabiduna
y
justici~
b Ierem. rx.
2.3 .
II.
Corint/1.
K.
17.
C A P 1 T U L O
1 l.
D emucstrn el Apóstol que babin predicado a Cbristo Cl'ucificado
"
los de
Corintbo con sencillez de palabras. Q ue esta era una sabidtwla que el
mundo no eutcndia
,
y que solo puede
ent~uderse
por medio del E spfritu
de D ios; porque el hombre carnal
110
comprebende las cosas de Dios.
Et
ego cum venissem ad
vos , fratres , vcni non in sub–
limitate scrmonis aut sa pien–
tiae , annuntiaos vobis testimo–
nium
hristi.
2
on enim iudícavi me sci-
rc aliquid ioter
vo
,
nisi Iesum
•
unque yo no
ignouba
l.1s ciencias
bum;m.u , con
toJo
cslo
me
pon
con ''o-–
Tom. ll.
I
Y
yo,
h~¡;flanos,
quan–
do vine a v<; otroS , no vi ne con
altez.a de palabra ni de sabiduría
a anuncia ros el testimonio de
· • hristo.
2
P orque yo no me he estima–
do saber algo ' entre vosotros,sino-
sotros como sino supiera otr:t cosa
que
a
Jesu
hrisco,
y
ene
no en
s-u
gloriJ
1
si..
Kk
l