C A P I T U L O XI.
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litatem fraéti sunt. Tu autem
fide stas : noli altum sa pere, sed
time.
21
Si enim Deus natura!i–
bus ramis non pcpcrcit: ne for–
te nec tibi parcat.
22
Vide ergo bonitatem ct
sevcritatcm Dei : in eos qui–
dem qui ceciderunt , severita–
t em ; in te autem bonitatem
D ei , si permanseris in bonita–
te : alioquin et tu excideris.
23 Sed et ilii , si non per–
rnanserint in incredulitate , in–
serentur : potens est enim Deus
herum insercre illos.
24 N am si tu ex natura!i
excisus es oleastro , et contra
naturam insertus es in bonam
olivam ; ¿quanto magis
ii,
<!Ji
secundum
naturat~
inserentur
suae olivae ?
25 Nolo enim vos ignorare,
fratres, mysterium _Jhoc , ut non
sitis vobis i psis sapientes, quia
caecitas ex parte contigit
in
1~
rae! , donec plenitudo Gentium
in.traret
J
dos del cuerpo de la Iglesia , para que yo
entrase en su lug:tr.
1
M_S.
Not enalcu por
es.so, mas sey
tenumt.
Porque esra firmeza no la tienes
de
cí
mismo , sino por
b.
fe que has reci-
bido de
b.
gracia de Dios.
~
2
A los Judíos que descienden natU–
ralmente de los Patriarcas , como los ra–
mos de un árbol salen m.turalmenre de
su
raiz
y
de su tronco.
3
Sino conservas en toda su pureza:
la
, fe ,
a
la
que Dios te ha llamado por su mi–
sericordia : si dexas de ser humilde
y
re–
conocido :
y
si te haces ingrato
y
presun–
tuoso como el Judfo ; serás separado
y
cortado como
él.
4
Porque si tú que eres Gentil has si–
do separado por
Ia
convcrsion a la fe d.e
fue ron quebrados: mas ttl por la
·re estás en pie: pues no te engrias
por eso, mas ántes teme
1
•
2
t
Porque si Dios no
per~
donó a los ramos naturales •: ni
ménos te perdonará a tí.
22
Mira pues la bondad y la
severidad de Dios: la severidad
para con aquellos que cayeron;
y
la bondad de Dios para contigo, si
permanecieres en bondad : de otrá
manera serás tú cambien cortado'··
23 Y aun ellos, si no perma–
neCieren en la incredulidad, serán
ingeridos : pues Dios es poderO:.
so para ingerirlos de nuevo.
24 Porque si tú fui ste corta–
do del natural acebuche, y contra
nalura has sido ingerido en buen
olivo ; ¿quánto mas aquellos que
son natur¡¡les , serán ingeridos
1:n su propio olivo
•?
25 Mas no quiero, h<Oillnanos,
que ignoreis este mysterio
s ,
por–
que no seais sabios
6
en vosotros
mismos,que la ceguedad ha venido
n parte
7
a lsraél, hasta que haya
entrado la plenitud de las Gentes',
los
Ge~tiles
id61atras , para ser unido so–
bren.uuralmcntc
y
de
pura gracia en el
cueryo
de
la Iglesia; ¿quánro mejor los
Jud1os , que ánres
de
su incredulidad esta–
ban incorporados con la Iglesia , como los
ramos lo están con su oli ... podrán ser reu–
nidos , como lo e bao ántes
a
esta misma
Iglesia , en la qua! nacieron
y
se
criaron?
s
E ste mystcrio de
la
reprobacion
de
losJ
udíos ,
y
de su futura com•ersion a
la verdad.
·
6
l'ara que no scais presuntuosos,
ni
tomeis
de
aquí motivo de engreiros den–
tro de vosotros mismos , como quien todo
se
lo sabe.
7
T .
Gr.
'i'T¿~r<lt1H'",
que puede tambien
trasladarse
endurecimi~uto.
• Un número prodigioso de Gentiles,