CAPITULO X.
22$
20
I sa"ias autem audet, et di–
cit :
[nventus su m a non quae–
r entibus me : palam a pparui iis
qui rne no n inte rrogaba nt.
2
t
Ad Israel autem d icit:
T ata die expand í manus meas ad
p op ulum non credentem, et con–
tradicen tem.
tras dcsreciais como a ciegos e insensa–
tos , seran ll:unados :.d conocimicnco del
E v:mgclio : abraz
;lr.Ính fe que
vOsotros
dc:scch:tis;
y
esto excitad. vuestra envidia
e indignacion. S.
J uAN CHRYs6sTOMO.
'
lsAtAS L X.V.
1.
En la persona de
Jc--
su Christo
,
y
con roda libertad
,
y
sin re–
mor de ofender a los Judíos.
20
Y Isaías osa decir ' : Ha–
llá ronme los que no me buscaban:
claramente me desc.ubrí a los que
no me preguntaban.
2 1
Y a l sraél dice' : T odo el
día abrí mis manos a un Pueblo
incrédulo, y rebelde.
2.
IsAtAs Lxv.
2 .
N o he cesado
to–
do el tiempo que he conversado
emre
•
ellos de alarg:nlcs mis brazos ,
convi–
dándolos a penitencia; mas ellos no solo
no me han creído , sino que comba–
ten
y
contradicen abiertamente
!J.
ver–
dad de mi Evangelio . Este texto conde–
na
tambien
a
Jos Pelagianos.
CAPL;r U L O X I.
..
D ios p•·eservd a algunos de los J udlos>para salvarlos p01· la fe de J esu
Christo, dextmdo a los otros en su voltmtm·ia
incredulidad ~
y
r;¡lstitu–
,yendo en su lugar
t!
los Gentiles. El Apóstol advierte a estos
,
que
110
se
vnnaglorlet~
sobre los Judlos
,
puesto que aunque abandonaflos por
algun
t~enlpo
,
se
conve~·tirán
último a la f e de J esu Christo.
·y
Dico ergo: ¿Numquid
1
D igo pues: ¿Por ventura
D eus rcpulit populum suum
~
ha desechado' Dios a su
Pueblo ~
A bsit. N am et ego Israelita
No por cierto: porque cambien yo
sum ex semine Abraham, de soy Israelita dellinage de Abra-
Tribu Beniamin.
ham , de la Tribu de Benjamín •.
2
on repulit D eus plebem
2
N o ha desechado D ios a su
suam , qua m praescivit; ¿An ne-
Pueblo , al que conoció en su pre-
scitis in E lia quid d icit Scriptu- sciencia
3 •
¿O~o
sá is Jo que d i-
ra
quemadmod um i oterpel- ce de E llas la Escritura : cómo
~.-..........;
' MS.
R'poJ•6.
Yo
soy -l sr.lelita,
el
m:lyor de Jos
pecadores ,
y
el
que persigui6 con el ma–
y or furor
a
los Christinnos ;
y
no obstan–
te esto
ha
usado Dios conmigo de miseri–
cordia. Así tambien los delitos de Israél
no
impedir:í.nque Dios ll¡une a b fe
y
a
b.
salud
.1
todos aquellos de su
Pueblo que
ha
escogido. Vé.1se
THEODORE.TO.
Tom.U.
::»
Este conocimiento es un conoci–
miento de amor
y
de
misericordia,
y
una
eleccion
de
gracia. Entre aquellos que Dios
ha
conocido así de toda eternidad , los unos
se convirtieron
en el
nacimienro de
la
l gle–
sia , habiéndoselos Dios reservado , como
reservó en tiempo de Elías siete mil hom–
bres que no doblaron la rodilla a Baal;
y
Jos ouos se convenirán
al
fin
del mundo.
Ff