CAPITULO XI.
227
9 Y
David dice ' : La mesa
' de ellos se les convierta en lazo
y
en presa y en escándalo y en
9
Et David dicit : Fiat
rnensa eoruu1 in
laqueum
et in
ca ptionern et in scandalprn et
in retributionern illis.
10
Obscurentur oculi eorum
ne videant : et dorsurn eorum
semper incurva.
Ir Dico ergo : ¿Nurnquid sic
offenderunt , ut caderent
?
Ab–
si t.
Sed
illórum deliél:o salus
est G.!htibus , ut illos aemu–
lentur.
I 2
Quod si deliél:um illo–
rum divitiae sunt mundi, et
diminutio eorurn divitiae G en–
t ium ; ¿ quanto magis plenitudo
eorum
'?
13 Vobis enirn dico, Genti–
bus : Quamdiu quidem ego sum
G entiurn Apostolus ministeria m
meum honorifical:it>,
tiemyo de Ezequías
advirtió
Dios a los
J
Ud
Jos por
medio de su Prophera los
~a
Jes que les amenazaban , para que se
pe,
siese;:n a cubierto del furor de Scnaquerib:
mas porque no creyeron a su Propheta,
cjuando llegó el Tyrano quedaron como
aturdidos e insensibles a sus propias cala–
midades. Lo mismo permitió Dios en este
tiempo ; pues los Judíos que fueron rcbcl–
Qcs a Jcsu Ch.risto, en pena de su incre–
dulidad
y
rebclion cayeron en una espe–
Cie de aturdimiento
y
estupidez, que les
lmpedia ver
y
conocer
todo lo
c¡ue
podia
conducir a su salud,
y
a
~s
verdaderos
medios de poder .llegar a ella.
1
P.ralm.
LXV I 1
r. 23.
Estame.rason
las Escrituras , que les presentan on ali–
mento saludable. En castigo de su infide–
lidad quedarán ran ciegos , que las vérda–
des que se encierran en los Libros santos,
serán otros tantos lazos en donde caerán,
y
otras tantas piedras en que tropezarán
y
se cnrcllarán , por los falsos sentidos
que darán a sus diversas palabras; de
suer~
te que sus pensamientos
y
su corazon se
empleará en las cosas de Ja tierra. Y este
Tom. II,
.,
paga.
.
10
Escurecidos sean los ojos
de ellos para que no vean:yencorva
cada vez mas el espinazo de ellos.
I 1
Pues digo :¿Qué tropeza–
ron de manera que cayesen •
~No
por cierto
3 •
Mas por el pecado de
ellos vino la salud a los Gentiles,
para incitarlos a la imitacion
4, •
I 2
Y si el pecado de ellos son
riquezas del mundo, y el menos–
cabo de ellos riquezas de los Gen–
tiles;¿ quánto mas la plenitud de
ellos
5
?
I
3 Porque con vosotros ha–
bb , G entiles : Miéntras que yo
sea Apóstol de las Gentes hon–
raré mi ministerio
6 ,
es e1 estado de los Judíos desde el tiempo
de S. Pablo hasta el presente, ·
2
Sin esperanza de volverse a levan–
tar.
3
El fin que Dios se
ha
propuesto
no
es su desgracia , sinO el bien que ha resul-
tado a los Genrilas.
·
4
~ara
que haciéndolos entrar en re–
ftexlon por la conversion de los Genriles,
y
viendo su propia miseria , fuesen roca–
dos
de
una sama envidia de imitarlos,
y
procurasen a su exemplo la salud que
ha–
bían
desechado.
Esno.
5
Otros :
el hmch ";,;;¡_'ento de
e/!o.r.
Si
la
incredulidad tOiie Jos J1!'díos,
y
la gran–
de scparacion que
hizo
Dios de ellos , fué
b ocasion de una tan abundante bendi–
ci~n
para
la
Iglesia por la vocacion de Jos
Gentiles; ¿quánro mas lo será la conver-.
sion do toda la N acion a la verdad? La
que debemos esperar de la misericordia
del Señor para con su Pueblo. S. T no–
MAS.
6
Estando destinado como lo estoy
para ser Ap6stol de los Gentiles, no per–
donaré a fatiga ni a dilizcnc.:ia para dcs–
Ffz