CAPITULO IX.
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tura , dirá el vaso de barro al
que lo labró : ¿por qué me hi–
ciste así?
·quid dicit figmentum ei , qui
se finxit : ¿ Quid me fecisti
sic?
·
2
r ¿An non habet potestatem
figulus Juti ex eadem massa fa–
cerc aliod quidem vas in hono–
rcm, aliud vero in contumeliam?
22
Quod si D eus volens
ostcndcre i ram , et notam fa ce–
re potentiam suain , sustinuit in
multa patiehtia vasa irae , apta
in interitum,
23 . Ut ostenderet divitias
gloriae sua·e in vasa miseri–
cordiae , quae praeparavit in
gloriam. ,
24 Quos et vocavit nos,
non solum ex Judaeis , sed
etia m ex Gentibus,
o
25 Sicut in G ee dicit ':Vo–
cabo non plebem meam , plebem
0
mea m : et non ileétam , dile–
étam: et non misericordiam con–
secutam , misericordiam
s lSC–
cutarn.
26 Et erit • : in loco ubi
así te atreves a replicar a Dios? ¿N o eres
un poco de barro? Dime pues ,
¿el
barro
en
la~
manos del ollero, se atreve a rccon–
YCnirle , porque mas
bien hace de él
una
vasija de infamia que de honor? ¿Pues
tú,
siendo infiel
y
pecador , te arrcvcs a que–
jarte de Dios ,
y
a culparl de que no usa
conrigo de su misericordia,
dex:í.ndoteen
tu incredulidad? Esta misma verdad que
aquí habla con los Judíos , se extiende
tambicn a todos aquellos hombres a quie–
JH!s Dios ha reprobado ,
y
ha resuelto
ab.mdonar a su corrupcion.
1
A c.msa del pecado : porque estan–
do corrompida por
el
pecado roda la ma–
sa del género humatfo ,
y
mereciendo pe–
recer eternamente , la misericordia de D ios
sac:l de
~su
masa de perdicion a los que
quiere para. ilustrarlos <>on su fe
y
salvar-
rr.
Osa
TI.
24.
r. Petr.
II.
10.
Tom. II.
2 1
¿ O no tiene potestad el
alfarero de hacer de una misma
masa un vaso para honor, y otro
para ignominia?
22
Y que, si queriendo Dios
mo"strar su ira,
y
hacer manifiesto
su poder, sufrió con mucha
pa~
ciencia los vasos de ira , apareja–
dos para muerte
1
,
23 A fin de mostrar las rique–
zas de su gloria sobre vasos de mi·
sericordia , que preparó para glo·
ría.
'
24 Que somos nosotros • , a
~nienes
llamó no solo de los J u–
díos,mas tambien de los Gentiles•,
25 Así como dice en Oseas:
Llamaré Pueblo mio, al que no
era mi Pueblo:
y
amar' , al que
no era amado
4 :
y
que alcanzó
misericordia, al que no habia al·
canzado misericordia.
26 Y acontecerá que en ellu•
los ;
y
su justicia abandona a los ortos a
una
flcprobadou
que Jos Theólogos llamad
uegntiva.
1
Que somos estos vasos que por sa
misericordia ha preparado para la gloria.
3
Los Gentiles llamados por g?acia a
la fe , han sido incorporados con la poste–
ridad
espiritua~c
Ab;::jlani ,
y
son junta–
mente con los J udíos fieles los herede–
ros de las promesas , Jos verdaderos Is–
raelitas, la verdadera casa de J acob , en
Id
qua! Jesu Christo debe reynar eterna–
mente. Y así prueba el Apóstol que el
pueblo de los Judíos no fué
del
todo re–
probado.
4
Las p:tlabras siguientes faltan en
el
texto Griego. T odo esto se entiende de la
vocacioo de los Gentiles que entraron
!1.
ocupar el lugar de los
J
udios incrédulos.
b Osee
I.
t Q.
Ee2