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EPISTOLA DE S. PABLO A LOS ROMANOS.
crea tura íngemiscit, et parturit
llsque adhuc.
23
Non solum autem iJla,
sed et nos ipsi prim icias Spiri–
tus habentes ; et ipsi intra nos
gemimus , adoptionem filiorum
D ei expeél:antes , redemptionem
corpmis nostrí.
24
Spe en im salvi faél:i su–
mus. Spes autem quae vi–
detur , non est spes : nam
guod videt quis ,
i
quid spe–
rat ?
25
Si autem quod non vide–
mus , speramus ; per patientiam
expeél:amus.
26
Similiter autem et S¡ü –
ritus adiuvat ínfi rmitatem no–
stram :
na~
quid oremus, sic–
ut oportet , nesci mus : sed
e
·ipse
S!~~i.óitus
postular pro · no–
bis
g e
m i
t i
b u s inenarrabili–
bus.
27 Quí autem scrptatur cor–
da, scit qu id desideret Spi ritus:
quia secundum D eum postulat
pro sanél:is.
das las criaturas gimen ,
y
están
de parto hasta ahora.
2 3
Y no solo ellas, mas ram–
bien nosotros mismos
1
que tene–
mos las primicias
1
del Espíritu •;
aun nosotros gemimos dentro de
nosotros, esperando la adopcion
de hijos de D ios , la redencion
de nuestro cuerpo '·
24
P orque en la esperanza
hemos sido hechos salvos. Pues
la esperanza que se
ve,
no es es–
peranza : porque lo que uno ve,
i CÓmo lo espera •
?
25 Y
si lo que no vemos , es–
peramos ; por paciencia
s
lo es–
perarnos.
26 Y
así mismo el Espíritu
ayÚ!a tambien a nuestra flaque–
za
6 :
porque
\ 10
sabemos lo que
habemos de demandar como con–
viene
7 :
mas, el mismo E spíritu
pide por nosotros con gemidos
8
in~licables.
~
Y el que escudriña los co–
razones , sabe lo que desea el E s–
píritu
9 :
porque él segun D ios
pi–
de por los Santos
10
•
\_~,-.__,_)
'
P rimicias.
Así como los Israelitas,
5
La esperanza de los bienes Tenide-
o frecicndo las primicias , conccbian cs?e-
ros nos tiene en un contínuo exercicio de
ranzas de recoger abundantemenre los de-
paciencia , haciéndonos sufrir con alegria
mas fruros , del mismo modo los fieles,
todos Jos males de esta vida por la consi-
rccibiendo en este mundo unaparre de
los
deracion de lt:_bienaventuranza que espe-
dones del Espíri
Santo
~Óncibcn
una
ramos en
la
otra.
firme esperanza de
posce1~n
el otro la pie-
6
T. Gr.
~VV«.'V'TIA«¡.t/lJ.H-r«',
a una re..
nitud de los mismos , o Jos gozos ercrnos
dbe , llJ'Uda.
de b gloria.
1
Porque no podemos pornosotros , ni
2
Que gustamos ya un ¡}rincipio \Je
pedir lo que conviene, ni cómo conviene.
libertad por el Espíritu Santo que hemos
8
El Espírim Santo
pide,
esto es , nos
recibido.
/mee
pedir , nos
enseña
a pedir ,
y
nos dá
3
Por
la Resurreccion quedará cxCnto
esre gemido interior , que es el alma de
de la muerte
y
de los males que la prece-
la oracion. S.
TH OMAS.
den
y
que la acompañan.
9
T . Gr.
..,..~ q.~Ó:'llf"a. ,
la prudencia
del
4
No tendría lugar esta esperanza, si
Espíritu.
desde el presente
goz~scmos
de esra
adop~
10
Los fieles que piden a D ios por mo-
-cion pcrfcéb; porque
la
poscsion
y
13
espc-
vimiento del Espíritu Santo , no piden si-
ranzadeuna mjsma cosa son incompatibles.
no Jo que es conforme
:1
su volunrad.