210
EPISTOLA
DE
S. PABLO A LOS ROMANOS.
10
Si autem Christus in vo–
bis est , corpus quidem mor–
tuum est propter peccatum ; spi–
ritus vero vivit propter iustifi–
cationem.
11
Quod si Spiritus eius, qui
susci tavit Iesum a mortuis, ha–
bitar in vobis : qui susci tavit
lesum Christum a mortuis, vi–
vificabit et mortalia corpora ve–
stra propter inhabitantem Spi–
ritum eius in vobis.
12
Ergo , fratres , debito–
rcs sumus non carni , ut secun–
dum carnem vivamus.
13
Si enim secundum car–
nero vixeritis , moriemini : si
autem spiritu faél:a carnis
m~r
t ificaveritis, vivetis.
14
Q uicumque enim Spiri–
tu Dei aguntur , ii sunt filü c
Dei. -.
15
Non
enim
a~cepis-
tis spiritum servitutis Jterum
in timore , sed accepistis spi–
ritum adoptionis filiorum , in
·quo clamamus : Abba
Pa–
ter.
•
Aunque
el
cuerpo esté sujeto a las
enfermedades
y
a la muerte , que son la
conseqiicncia del pecado ; el espíritu está
vivo por la caridad que el Espíritu Santo
derrama en vuestros corazones ,
y
en don–
de habita :
y
e
··ra c¡t_chd consiste la
verdadera justicia.
~
Resucitándolos
y
haciéndolos glo-
riosos e inmortales.
,
s Trabajando para sujetar
y
repri~tir
los movimientos de la carne.
4
Aguntur
:
lo que explica la efica–
cia de
la
gracia , que aplica invencible–
mente nuestra voluntad al bien ,
aun–
que
sin
perjuicio alguno de la libertad.
S.
AucusT.
Serm. x
11
I.
de
Ver . Apost.
s
El espíritu Judayco es un espíritu
<1'1
II. Timoth. I.
7·
G alat.
IV.
5·
IO
y
si Christo está en voso–
tros , el cuerpo verdaderamen–
te está muerto por el pecado;
mas el es.píritu vive por la jus–
ticia
1
•
· Ir
Y si el espíritu de aquel,
que resucitó a Jesus de entre los
muertos, mora en vosotros: el que
resucitó a Jesu Christo de entre los
muertos, vivificará tambien vues–
tros cuerpos mortales • por su Es–
píritu que mora en vosotros.
1 2
Por tanto, hermanos, so··
mos deudores no a la carne, para
que vivamos segun la carne.
I3
Porque si viviereis segun
la carne , morireis: mas si ' por
el espíritu hiciereis morir los he–
ch¡¡s de la carne, vivireis.
14
PorqUf todos los que son
movidos por el Espíritu de D ios+,
los tales son hijos de Dios.
15
Porqut: no habeis recibido
el espíritu de servidumbre para
e.s&
otra vez con temor
s,
sino
que habeis recibido el espíritu de
adopcion
6
de hijos, en el qual
clamamos
7 :
Abba, Padre '.
de temor : el del Christiano es de amor
y
de libertad. El Judío es esclavo,
y
sin•e
a D ios por temor del castigo.
El
Chris–
tiano es hijo de Dios,
y
le sirve por amor.
El
temor es l propio cadél:er de la Ley
Antigua;
y
el
amor el de la Nueva. Así
aunque el temor de las penas eternas sea
bueno, útil
y
recomendado por
el
mismo
Jesu Christo; esto no obstante, si
el
hom~
brc se abstiene del pecado "por solo
el
te–
mor del castigo sin algun amor de la jus–
ticia
,
no tiene aun el espíritu de la
Ley
N ueva.
S.
AtrGUST.
de Cath. rud. Cap. v.
6
MS.
D e
ajijnntit!nlo.
.
7
Como van llamando
y
gritando los
hijos pequeños detrás
de
su padre.
8
.El Ap6sto1 unt: aquí estas voces
A/;-