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CAPITULO VII.

mea , bonum. Nam velle adia- ,bueno'. Porque el quererlo bue-

cet mihi: perficere autem bo- no está en mí: mas no hallo co-

num non invenio.

mo cumplirlo

2

19 Non enim quod

volo

bo-

19 Porque lo buenoquequie-

num, hoc facio: sed quod nolo

ro, esto no lo hago' : mas loma- ·

malum, hoc ago.

lo que no quiero

4 ,

esto hago.

20

Si autcm quod nolo,

il-

20

Y si hago

s

lo que no

l ud facio : iam non ego operor

quiero

6 :

ya no Jo obro yo, si-

illud , sed quod habitat in me,

no el pecado

1

,

que mora en

peccatum.

,

8

2

r Invenio igitur legem, vo-

2

r Así queriendo yo hacer ei

]enti mihi facere bonum , quo- bien • , hallo la ley

•o,

de que el•

niam mibi rnalum adiacet :

m al

11

reside en mí

r2.:

22

Condeleétor enim Legi

22

Porque yo me deleyto en

D ei secundum interiorem homi- la Ley de Dios, segun el hombre

nem :

interior

'3:

23 Video autem aliam le-

23 Mas veo otra ley en mis

-gem in membris meis , repugnan-

miembros , que contradice a la

tem legi rnentis meae , et ca

~ti-

le)> de mi voluntad ,

y'

me lleva

e»~·

:z

Sé que en esta carne corrompida en

donde reside la concupJrcencia

,

no hay

n.td.t que me incline al b1cn ;

y

por

el

con–

trario , no hay cosa que no me

arr~e

al

mal.

S.

Auc.

Couf. L ib.

VJIJ.

Cap.~

, Mi voluntad renovada por el Espí–

ritu S:mto , se vá a Dios con un santo ar–

dor ,

y

desea entregarse toda a él. Mas la

carne

excit:l

en mí deseos contrarios a los

del espíritu ; por lo qua! sucede frcqtien–

temcnre que mis buenos deseos

y

propó–

sitos quedan sin efeélo ,

y

no se cumplen

zino impcrfcaamentc.

3

N

o obedezco a

la

Ley con

una

su–

Jnision

un

perfeaa como deseo.

• Experimento a pesar

1~0

movimien–

tos des.trreglados , que combato

y

que

condeno.

s

~Segun

la parte inferior.

6

Segun la superior.

7

La concupiscencia, que es la verda–

dera raiz de este mal.

s En

la pa.rte inferior de

mi

alma.

En

mt,

esto es , en roí carne.

ff.

17. 18. La

p.tlabra

mi

se toma en este verso primera–

menee por

el

espíritu ,

y

dcspnes por la

carne , por un tropo que se llama synéc–

doque , por el qua! se atribuye el nombre

del todo a cada una de sus partes.

9

Con perfeccion ,

y

sin_j¡pugnan•

cia.

S.

AucusT.

Lib.

cit.

Cn¡:J'rr.

10

La ley

o inclinacion

de

b

carne,

que es la fuente de todos los males.

1

'

La

concupiscencia.

12

T an estrechamente unida

y

apegada

que no puedo por mí mismo dcsasirmc de

ella ; porque se halla derramada en todas

Jas partes de mi cuerpo,

y

en las f.-¡culta–

des de mi alma.

' 3

.,:,Apruebo con

mi

entendimiento

y

abrazo con mi voluntad la Ley D ivina,

ugun

el hombre imerior

,

segun

la

razon

iluminada de la gracia

y

fortificada del

Es~

píritu del Señor ;

mns sitmto

en el hombre

exterior

f!tra'

L ey

,

la concupiscenci,t, que

con movimientos

con~ios

a

la ra2on

batalla con la

1~yor

violencia contra

la

Ley de Dios , que apruebo segun mi es–

píritu , y me obliga a sentir los

movimicn~

to!.»y deseos del pecado , aunque yo no

consienta en ellos.

L:l.

concupiscencia

tie–

ne cautivo al hombre justo; porque aun–

que no domina en él , esto no obstante

habita siempre en

él.

Es

una especie de

cautiverio no poderse librar de un tal

ene~

migo ;

y

un estado mu

y

triste hallarse ca–

da momento en peligro de volver a caer

en la esclavitud. S.

CHRYSQST.

·