C A PITULO VI.
aeterna in Christo I esu Domi–
no nostro.
1as obras buenas ,
y
una gracia que se con–
cede misericordiosamente por amor
d~
J
csu Chrisro ; porque nuestros mismos
mérüos son dones de Dios ,
y
la vid::t
·Di os es vida perdurable en nues–
tro Señor
J
esu Christo.
eterna con las buenas obras que nos con....
ducen a ella , nos ha sido preparad.a de
roda eternidad por una misericordia ente–
i.tmcntc gratuita.
S.
Auc.
Eud1. C. cvJI.
C A P .I
T
U L O V I I.
Como estamos esentos de la L ey de MQYsés
,
y a qué fin . D el efecto,
virtud
y
oficio de la L ey.
r
quién
tiOS
libra de su yugo.
1
¿
Án ignoratis , fratres,
scientibus en im L egem lo–
quor , quia L ex in homine do–
n1ínatur qua nto tempore
:Ni-
vit ?
~
2
N am • quae sub viro est
rnulier, vivente viro , aJligata
.,st Legi : si autem .mortuus
fuerit vir eius, soluta est.,a. Le–
ge viri.
3 Igitur,
vi
vente viro,
vo–
cabitur adultera si fuerit cum
alío viro : si autem mortuus fue-
z
:El
Apóstol despoc's de una larga di–
gresion viene a la
prueba
de lo que habia
dicho en el C:tpírulo precedente, que los
:fieles
habiendo muerto una vez '
y
resuci–
.rtado cspirirualmenre con
]el»
Chrifto, no
e stan
ya
baxo
del
dominio de la Ley;
A>Orquc esta prohibe al hombre indócil
y
p ecador todos los malos deseos : domina
Jniéntr.lsvive ,
esco
es , miéntras
na
ha
muerto en él el hombre viejo , que es la
c~:mcupisccnci-a
: le amenaza
y
le castiga,
.sm
hacerle por esto mas d6cil. Mas si vie–
ne a destruirse en él el hombre viejo , en–
t ónccs no le dominad
y:1
la Ley, porque
no
tendt·:í. ya en
sí ninguna cosa que se re–
bele contra él. Se puede tambicn cnten-
1'1
r. Corint/1. VI r. 394
Tom. ll.
·
1
¿p
orventu ta ig norais,her–
manos , pues hablo con los que
sa:Pen la Ley, que la
Ley
tiene
se–
ñorío sobre el hombre todo
el
tiempo que vive'?
:>
2
Porque la muger que está
sujeta a marido,
miént~ue
vi–
ve el marido, atada está
a
la
L ey
2
;
mas quando muere su marido,suel–
ta queda de la Ley
del
marido.
3 Pues si viviendo
el
marido,
fue re hallada con otro hombre, se–
rá
U
amada adúltera:mas si muriere
der
miénlras vive
ei hombre , esto es,
miénrras está con vida ; porque des–
pues de mueno cesa la obligacion
de
1a
Ley1
S.
THoMAS.
2
Del
matrimonio.
En
esta compara–
cion distingue
s.J?
A
u
~;~res
cosas : la
m
u~
ger,
la
ley
del matrimonio,
y
el marido.
Y
en
la
aplicacion compara
cada
uno de
noJotros ¡::on la muger : nuestro hombre
vieJO con el marido:
y
la
Ley ,
que pro–
hibe los m.a_los deseos, con la
Ley
del
ma–
trimonio. Como b muger qued,l libre de
1.::t
Ley
del matrimonio por
Lt
muerte de
su
marido; así nosotros quedamos libres
del
dominio
de la Ley
por
la
muerte
del
hom–
bre viejo.
Cc2