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EPISTOLA
DE
S. PABLO A LOS ROMANOS.
rit Vi r eius, liberata est a L e–
ge viri: ut non si t adultera si
fueri t cum alio viro.
4
Itaque , fra tres mei , et
vos ·mortifica ti estis Legi per
corpus Christi : ut si tis al–
terius , q ui ex mo rtuis re–
surrexit
ut f ru él: ificemus
Deo.
s
Cum enim essemus in car-
ne, passiones peccatorum , quae
pér
~egem
erant, operabantur
in membris nostris, ut fruél:ifi-
carent morti.
6 Nunc autem soluti sumus
a l.ege mortis , in qua detine–
bamur ; ita ut serviamus in po- .
vitate spiritus , et non in
ve~u
State litterae.
7 ¿Quid ergo dicemus? ¿Lex
peccatum est? Absit. Sed pec-e
catum~n
cognovi , . nisi yer
Legem ·: nam concup1scent1am
su marido , libre es de la Ley del
marido: de manera que .no es
adúl~
tera si estuviere con otro marido.
4 Así.tambien vosotros, her–
t,nanos mi os, muertos estais' a la
Ley por el cuerpo deChristo•; pa'
r a que seais de ot ro
3 ,
del que resu–
citó de eotre los muertos, a fin de
que demos fruto para Dios •.
S Porque miéntras estábamos
en la carne , los afeél:os de los pe–
cados, que eran por la Ley, obra._
bah en nuestros miembros, par .
dar fruto a la muerte •.
6 Mas ahora suelws estamo9
,de la Ley de muerte
6 ,
en la q ua.l
estábamos presos; para que si r–
v amos en novedad de espíritu
1,
y
!JO
en vegez. de letra.
7 ¿Pues ,¡:ué d irémos
8
?
La
L ey es pecado • ? En ninguna ma–
nera. Mas yo no reconocí ,al peca–
do, sino por lá"Ley: porque no ·co-
c.--,~
J:
.MS.
Mortiguados sodes.
~
Por la muerte del Cuerpo de Jesn
Christo sobre la Cruz. Vosotros estabais
comprehcndidos
y
encerrados en J esu
C hristo. Su Cuerpo sacrificado sgbre
la
C ruz ocupaba vuestro lugar
y
os repre–
sentaba :
y
por consiguiente su muerte
re~
p resentaba tambicn la vuestra :
y
moria
para haceros libres de
la
Ley; por lo que
muriendo
vosot~J
con éLt.. cstais mucrtoi
a la Ley . El
CffitysÓs'llib'\10.
3
T. Gr. :Crl'f;
i.-ri~•,
de otro esposo.
~.Jesu
Christo que es Esposo no solamente
de la Iglesia en
g~neral
, sirto
t..'lmbie~J¡
de
cada alma en particular ,quando está unida
con
él
por caridad.
• Y
por la fecundidad 9e
su
gracia
demos frutos de buenas obras , para
que
D ios se:t honrado
y
glorificado. H ace alu–
~ion
a
la
comparacion que ha propuesto
del matrimonio.
s
Quando estábamos debaxo del do–
minio de la concupiscencia, nuestros afe'"-
tos pecaminosos , qu(!
l:t
Ley condenaba.
sin curarlos , se
despertaba~
con ocasion
deJas mismas prohibiciones de esta
Ley,
haciendo qúe los miembros de nuestro
cuerpo sirviesen
a
las obr:ts de in.iqujdad
que nos daban
la
mnerte.
6
Que
nos causaba la muerte no por
sí
misma , sino por
la
violenci:t de nues–
tras pasiones , irritadas por las mismas
prohibicion<.~
de la Ley. Segun el texto
Griego :
Estamos libus de
la
L e;•,
/¡a–
hiendo
muerto
a
aquello
en que nos dete–
nia
prnos.
1
l\.15.
E n uoueza de spír:'tu, e
110
t:Je
ttegednt de letra.
Con un corazon nuevo
que habemos recibido del nuevo Adam,
y
no dcbaxo del imperio de
Ja
concupis–
cencia que hemos heredado del viejo ,
y
al
que nos sujetaba
la
letra de la Ley.
8
El
Apóstol previene la mala consc–
qiiencia que se podia sacar de la doélrina
de los dos versículos precedentes.
'~
La
c:ausa del pecado.