CAPITULO IV.
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credenti autem in eurn, qUI ru–
stificat im pium, reputatur fides
eius ad iustitiam secundum pro–
positum gratiae Dei.
6 Sicut et David dicit bea–
t itudinem hominis, cui Deus ac–
cepto fert iustitiam sine operi–
bus.
7 Beatí • quorum remissae
sunt iniquitates, et quorum te–
éta sunt peccata.
8 Eeatus vir , cui non im–
putav it Dominus peccatum.
9 ¿ Beatitudo ergo haec in
d rcumcisione tantum manet, an
etiam in praeputio
?
Dicimus
e nim quía reputara est Abrahae
:fides ad iustitia m.
0
ro ¿
Quomod~
ergo reputa–
t a est? ¿In c ircurncisione , an in
praeputio
?
Non in drcumcisio–
ne ,. sed in praepúfio.
r r Et • signum
acc~
cir–
cumcision is , signaculum rusti–
tiae fidei , q uae est in prae–
putio : ut sit pater omnium
x P one toda su confianza.
~
Es reputado justo delante de D ios.
3
Esta es la gracia que segun el decre–
to de D ios obra en él este efeél"o.
Es–
tas palabras no se hallan en el texto
Griego ,
y
pueden
haber-al.loañadidas a
este versículo por modo de explica–
d on.
4
A quien Dios reconoce por justo,
siu las
obras
propias
y
naturales ; porque
las que proceden de la fe
y
de la gracia,
como las de ·la penitencia
y
de la satisfac–
cion , son necesarias
a
los adultos para
con~
seguir
la
perfeél:a justificacion.
s
P salm.
XXXI.
r.
Cuy os pecados
son borrados.
6
A
quien D ios
ya
no tiene por pe–
cador. S. AuGusT.
E r:. Ir . iu
Pu~!.~x~I.
en aquel', que justifica al impío,
su fe le es imputada a justicia •
segun el decreto de la gracia de
Dios
3.
•
6 Como tambien David de–
clara la bienaventuranza del hom–
bre, a quien Dios atribuye justi–
cia sin obras
4.
7 Bienaventurados aquellos
cuyas maldades son perdonadas,
y
cuyos pecades son cubiertos
s:
8 · Bienaventurado el varon, a
quien no imputó el Señor pecado
6 •
9 ¿Pues esta bienaventuran–
za está tan solamente en la cir–
cuncision , o tambien en el pre–
P)ICio
7
?
pues decimosque la fe fué
imputada a Abraham a justicia.
ro Pues cómo le fué imputa–
da , ¿en circUncision , o en pre–
pucio
8
?
No en la .
c~ncision,
sino en el prepucio.
r r Y recibió la
señal.dela cir·
cuncision, como sello de la justi–
cia de la fe
9,
que tuvo en el pre–
pucio: a fin que fuese padre '
0
de
7
~¿Se
ciñe solamente a los Judíos , o
se extiende tambien
a
los Gentiles?
8
T .
Gr.
C.,..
men op'j
0~1~
,
~
¿,
.;l(.f_9-
13v..-;~
; ¿
qunndo estaba eu cirrrmcisio11,
o
f!Jt
p repucio ,
esto es , despues de haber–
se circuncidado , o ántes? N o despues , si–
no
á
mes ;
y
aá.noes
~cesario
estar cir–
cuncidado para obtener
la
gracia de la
jus~
tificacion por la fe. V éase el
G enes. Xl'JT.
9
Como una conñrmacion ,authéntica
d~l
don que D ios
le
habia hecho de la
verdadera justicia. Los Príncipes qu:mdo
conceden una gracia confirman
y
asegu-.
ran
la
donacion con el sello
de
sus ar–
mas.
' 0
E!
Padre espiritual
y
mystico ,
el
modelo de todos Jos Gentiles que creen
eñ
Jcsu Christo.
EC
Cna
YSÓSl'OMO.
(¡
G em•s. JCVII.
I
O.II.